El fútbol es cada vez un mercado global en el que no solo se venden los futbolistas, sino también los escudos y todo lo que hay detrás. La propiedad pasa a manos de grandes magnates o grupos empresariales que persiguen obtener rédito económico. Buscan clubs medianos para hacerlos grandes, y también se aprovechan de clubs en una situación económica complicada a los que llegan como agua de mayo.

Tras la compra del Girona por parte del grupo que está detrás del Manchester City y el tremendo debate suscitado por los denominados clubs de Estado (PSG y City), el mercado parece estar en alza. En la actualidad, se asiste a una polarización entre los 10 grandes clubs europeos, cada vez más ricos, y el resto, que intentan competir y mantenerse sin acumular excesivas deudas.

LALIGA // En España, grandes como Barça y Madrid parecen ser intocables, por ahora. Pero el Atlético tiene en el fondo inversor chino Wanda un fuerte compañero que ya ha comprado el 20% de sus acciones, aparte de patrocinar su nuevo estadio, el Wanda Metropolitano. El secreto del atractivo de LaLiga lo desvela Gay de Liébana: «Estamos viendo cambios importantes dentro del mundo del fútbol. Los inversores extranjeros están entrando e irán aterrizando más por dos factores: el primero es que el fútbol español no es muy caro a nivel de inversión debido a que los actuales propietarios también buscan deshacerse de los equipos y pueden estar agotados. El segundo es que los ingresos de televisión empiezan a estar asegurados».

Sin embargo, la inversión extranjera en clubs no es tan reciente. En el 2010, el jeque qatarí Al Thani compró el Málaga con la intención de convertirlo en un equipo grande. Con un inicio fulgurante, el capital fue agotándose y el equipo ahora ha bajado el nivel que mostró en los primeros años. En el 2014, el Valencia tuvo que pasar a manos de Peter Lim para salvar una delicadísima situación económica y el Eibar se vio obligado a ampliar su capital pasando a tener 11.130 accionistas repartidos en 65 países. El caso del Espanyol, comprado por Chen Yansheng en el 2015, y el del Girona, adquirido por el mismo fondo propietario del Manchester City y Pere Guardiola, hermano de Pep, abren la puerta a que otros inversores recalen en LaLiga. Aunque hay un riesgo al que apunta Gay de Liébana. «Los clubs de toda la vida pueden quedarse fuera de juego en el aspecto económico, y deberán responder sacando jugadores de la cantera», indica.

LA PREMIER // La moda empezó en la Premier. Empresarios como el magnate ruso del petróleo y las energías Roman Abramovich vieron en el fútbol una forma de inversión rentable. Se hacen un nombre en Europa, obtienen un reconocimiento y, por ende, sus empresas se impulsan en principio en el viejo continente. Adquieren un estatus que les facilita mucho sus negocios fuera del fútbol. La Premier cuenta con 14 de sus 20 equipos con capital extranjero. Estados Unidos es el país con más inversores en el fútbol inglés, con seis clubs.

REFERENTES // El caso del Arsenal, en el que Stanley Kroenke maneja más de dos tercios del capital, se suma al del Liverpool, gobernado por John W. Henry, y el Manchester United, que tiene a la familia Glazer como mecenas. Otros tres equipos, más pequeños, también comparten procedencia del capital norteamericano: el Crystal Palace, el Swansea y el Bournemouth. Los rusos también están bien posicionados en la Premier. Abramovich en el Chelsea abrió la veda para que sus compatriotas llegasen a hacerse con el 30% del Arsenal y con el 75% del Bournemouth. El Southampton ha sido el último en ser adquirido por un empresario chino, en un 80%, compartiendo propiedad con la empresaria suiza Katharina Liebherr, que tiene el 20% restante de las acciones de la sociedad.

El caso del City es quizás el más singular de toda la Premier, con la familia real de Emiratos Árabes Unidos detrás y con dos empresas privadas chinas (China Media Capital y CITIC Capital), que ostentan el 13% de las acciones restantes. El Watford, propiedad de un italiano, el West Ham, con capital islandés, el Everton con un británico-iraní al frente (49,9% de las acciones), y el Leicester, gobernado por la familia Srivaddhanaprabha de Tailandia, completan la lista.