Pasan los días y la única certeza es que David Cruz continúa al frente del Castellón. Los tres grupos que aspiran a hacerse con el club no alcanzan un acuerdo directo con el presidente y consejero delegado, pero es que tampoco encontrarían una solución a la hora de acudir en esta tercera y última fase de la ampliación de capital, porque saben que cualquier aportación está gestionada por Cruz, siempre y cuando no consigan antes la completa desvinculación de la persona que se aferra a la poltrona de Castalia.

Así transcurre la recta final del proceso de recapitalización del club, cuya respuesta ha sido prácticamente inexistente, lejos de los 909.000 euros aprobados en la junta general de accionistas de diciembre bajo el yugo de la mayoría accionarial de Cruz. Una fase que concluye el día 17.

COMO SI YA FUERA EL DUEÑO // Son tres los grupos aspirantes ha iniciar una nueva etapa en un club que camina, moribundo, hacia su 95º aniversario. El que más se ha mostrado es el de Ledus, con capital chino y presencia en la bolsa de Hong Kong. Todavía causa estupor como su gerente en España y presidente del Sochaux, club francés también en propiedad de esta firma, se desplazara el domingo a Castalia y paseara como si ya fuera su nueva casa, aparcando en el sitio reservado a los jugadores, visitando los recovecos del estadio, viendo el encuentro ante el Crevillente en un palco vip y participando, aunque fugazmente, en la presentación del fútbol base albinegro (dando la mano a jugadores incluso), después de haber comido con Cruz en el Casino Antiguo. Entonces, apuntaron al jueves como el día D para cerrar la operación, aunque fuentes de las negociaciones no eran tan optimistas ayer.

Un grupo con capital americano (desembarcaría en el club con Impala, esta para hacerse cargo de la cantera) con Manolo García como mediador y la llamada vía provincial (encabezada por los futbolistas Pablo Hernández y Àngel Dealbert, junto a empresarios como Javier Heredia y Vicente Montesinos, con Jordi Bruixola también) son las otras dos alternativas. Las dos han alcanzado precuacuerdos con Cruz que, en la subasta a la que ha convertido todo intento de compraventa del club, sigue mareando la perdiz, sin decidirse pero, sobre todo, sin aportar soluciones para un equipo que ya está al límite.

Cruz, a quien cualquiera de estas opciones ha cerrado la puerta de seguir en el club, trata de que el equipo llegue vivo a los play-off (para hacer más caja e incrementar también el valor del producto), pero también trata de asegurarse que luego pueda ser demandado por, presuntamente, haber cometido algún delito en la gestión, después de que, en las últimas temporadas, la deuda del club se haya disparado.