Muchos días antes del desenlace final de la Liga, en Mestalla, el Villarreal ya tenía claro que Fran Escribá iba a repetir en el banquillo del equipo amarillo. El presidente, Fernando Roig, ha ido lanzando en las últimas semanas mensajes inequívocos de la apuesta de la entidad amarilla por el técnico valenciano, avalado por los 67 puntos que suponen la segunda mejor puntuación del Submarino en su historia en Primera División, además de la mejor campaña de un entrenador debutante en el club. Si el pasado lunes Roig ya expresaba de forma inequívoca que Escribá era «el elegido», solo un día después el agente del entrenador valenciano, García Quilón, confirmaba que el nuevo contrato estaba solo «pendiente de firma».

La única duda que se desveló ayer con el anuncio oficial del acuerdo era la duración del contrato, que será por una sola temporada. El club aparca, de esta manera, la política de contrataciones a largo plazo que ya utilizó en su día con Manuel Pellegrini —el Real Madrid tuvo que pagar cláusula de rescisión para llevárselo en el 2009— y con el antecesor en el cargo de Escribá, Marcelino, que a finales del 2015 rubricó un acuerdo hasta el 2019 que se rompió precipitadamente a finales del pasado verano.

MAYOR EXIGENCIA //

A pesar de que Escribá dirigió la totalidad de los encuentros oficiales del Submarino la pasada campaña —su llegada coincidió con el inicio de la eliminatoria previa de la Champions—, el hecho de tener esta vez toda una pretemporada por delante y ser juez y parte de la remodelación de la plantilla 2017/2018 aumentará el grado de exigencia para el valenciano. No en la Liga, en la que los números son incontestables, pero sí en la Europa League y en la Copa del Rey, competiciones en las que el conjunto amarillo dejó las peores sensaciones en la campaña recién finalizada y que en la próxima volverán a presentarse como las dos principales opciones de poder aspirar al primer gran título en la historia del club.

El acuerdo de renovación de Fran Escribá incluye la continuidad de su equipo de trabajo personal, es decir, Josep Alcácer como segundo entrenador y José Mascarós como preparador físico. El cuerpo técnico, ya solventado el tema de su futuro más inmediato, se centrará en los próximos días en el diseño de la próxima pretemporada, que se iniciará seguramente a principios del mes de julio.

Hoy Escribá comparecerá junto a Roig en la Ciudad Deportiva, donde mañana se pondrá punto final al ejercicio 2016/2017 de la plantilla con el inicio de las vacaciones.