La Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) ha impuesto una suspensión de un año a la atleta Brianna Rollins, campeona mundial y olímpica de 100 metros vallas, por estar ilocalizable en tres ocasiones para someterse a un control antidopaje. La sanción entra en vigor de forma retroactiva el 19 de diciembre de 2016, fecha en la que Rollins "fue advertida de su potencial violación de la regla". Se anulan sus resultados desde el 27 de septiembre, día de su última incomparecencia, por lo que no pierde la medalla que ganó en Río en el mes de agosto.

La vallista no estuvo localizable para sendos controles los días 27 de abril y 13 y 27 de septiembre de 2016. Aunque durante ese año fue sometida a ocho análisis por sorpresa, la USADA recuerda que "la combinación de tres incomparecencias en un periodo de 12 meses es una violación de las reglas". La obligación por parte de los deportistas de estar siempre localizables "es crucial" en la lucha contra el dopaje, subraya la USADA, "especialmente porque hay sustancias prohibidas que tienen un plazo limitado de detección".

LA DEFENSA DE LA ATLETA

La USADA envía periódicamente recordatorios a sus atletas sobre la necesidad de informar sobre su paradero, les proporciona plataformas en línea y aplicaciones móviles para hacerlo y se ofrece a actualizar sus datos de forma diaria o semanal, destaca la Agencia. Brianna Rollins ha atribuido las reiteradas falta de notificación sobre su paradero a problemas "con el funcionamiento del programa" informático que recoge los datos.