La 'ceja' apareció. Y lo hizo para meterse en la historia. Anthony Davis realizó esta madrugada una antológica actuación que le sirve para instalarse entre los más grandes de la NBA. El ala-pívot de los Pelicans asaltó Detroit sin la más mínima benevolencia y lo hizo anotando 59 puntos y capturando 20 rebotes, convirtiéndose en el jugador más joven de la NBA que consigue esa cifra y a la par estableciendo la mejor marca de su franquicia. Récords y más récords que le situaron como el hombre de la jornada en el triunfo de los suyos ante los Pistons (106-111).

A sus 22 años y 341 días, Davis hizo gala de su repertorio de acciones que le han convertido en el máximo exponente de las nuevas generaciones de jugadores de la liga. Desde la actuación de Wil Chamberlain anotando 66 puntos y 27 rebotes, solo Shaquille O'Neal había conseguido superar la barrera de los 55 tantos y 20 capturas en los último 50 años, y lo hizo con un sensacional 61-23 en el año 2000 durante el derbi argelino. Además, la actuación de Davisle sitúa como el protagonista de la mejor marca de la temporada, en un año donde las exhibiciones de Curry parecían no tener parangón.

Todo ello, en una noche que no se las prometía tan felices en su inicio. Ocho puntos durante el primer cuarto presagiaban un partido más, una noche cualquiera, del ala-pívot, que al descanso registraba 26. A medida que el encuentro adquirió tintes dramáticos y urgió la imperiosa necesidad de un líder fue cuando apareció el jugador de laUniversidad de Kentucky para desatar todo su talento y vivir su gran noche.

"TÍO, SON MUCHOS PUNTOS"

Elegido como número uno del draft de 2012, su actuación adquiere un mayor matiz cuando se tiene en cuenta que tuvo enfrente a Andre Drummond, uno de los 'centers' más intimidadores de la liga, el orgullo y gran estandarte para la afición del ‘Palace of Auburn Hills’.

Sin ser todavía consciente de lo que había hecho, Davis compareció ante los medios como si nada hubiese pasado. "Ha sido divertido. El aro parecía enorme y que todo lo que tiraba, iba a entrar. No llevaba la cuenta, pero en los tiempos muertos los compañeros me animaban a seguir. Todos decían: 'Tío, son muchos puntos'. Querían que llegase a 60. Pero yo estaba preocupado sólo por asegurar la victoria”, aseguró su protagonista. Anonadado con tanta expectación, la 'ceja' todavía no era consciente de que había hecho historia.