El recibimiento a Griezmann en el Wanda Metropolitano pasó de la intensidad de unos pitos generalizados al vergonzoso cántico marginal de un fondo del estadio: «Griezmann, muérete», entre el desinterés y la tímida reprobación del resto de la grada.

La Liga va a denunciar los cánticos ante el Comité de Competición de la Federación y ante la Comisión Antiviolencia, que son los encargados de valorar la gravedad de los insultos e imponer otra multa económica al club o el cierre de esa zona del Metropolitano para algún partido.

La grada sur del Wanda Metropolitano es donde el Atlético acumula todos sus problemas con Antiviolencia, por la colocación de los aficionados, por las pancartas o por los cánticos. Es donde se concentra el sector radical rojiblanco, históricamente conocido como Frente Atlético.

El 24 de octubre, la comisión Antiviolencia ya propuso una «sanción muy grave de 75.000 euros al Atlético de Madrid por las reiteradas desobediencias cometidas», en un duro comunicado en el que acusaba de «proporcionar facilidades a personas o grupos de seguidores que han incurrido en conductas violentas en múltiples ocasiones durante un espectáculo deportivo con el fin de apoyar al club», decía la comisión gubernamental.