Leía ayer atentamente en una entrevista en el suplemento dominical de Mediterráneo a Shoshana Zuboff en la que desmenuzaba lo que la profesora emérita de Harvard calificaba como capitalismo de vigilancia. Su visión nos advierte acerca del manejo de la Big Data, que afectaba a nuestra privacidad, pero sobre todo a dirigir nuestras opiniones, de forma tan subliminal como fuertemente manipuladora. Por ello decía la semana pasada en este Directo, que nos sobran Influencers y nos faltan referentes.

Me gusta observar el entorno, pulsar cómo se manejan todos esos impulsos, escrutar el comportamiento de las personas según sople el viento o quien sea el interlocutor porque vivimos en un territorio de postureo constante. Es apasionante el análisis del antes y el después, que en fútbol se traduce en si entra o no la pelota, valga la lectura general de la expresión.

El Submarino ha cometido esta temporada errores importantes como ya he dicho otras veces pero sin embargo es un club que funciona magníficamente bien y que lo continuará haciendo con algunos retoques. Y lo es porque en su estructura tiene gente que quiere, ama y vive por el Villarreal, empezando por el presidente, pasando por Negueroles y Llaneza, continuando con Federico Alcácer, y toda su estructura de empleados y técnicos, con los errores mentados.

El césped de la Cerámica continúa igual de bien cuidado que hace dos meses, el estadio luce su estética modernista y es un lugar de culto de visita de Vila-real, los jugadores son los mismos... y todo ha cambiado. Detrás de la vuelta de Calleja se focaliza un golpe de estado del vestuario, unido al liderazgo fuerte de Fernando Roig. No tuvo miedo de tomar una decisión complicada, no la populista de Influencer de turno y se convirtió en un referente para el club.

De estar a cinco puntos de la permanencia a situarse a cuatro por encima y a disfrutar con ilusión de unos cuartos de final de la Europa League. La victoria ante el Rayo es otro espaldarazo en la clasificación y en la autoestima del plantel.

Por cierto, no participo del favoritismo y la euforia desorbitada que se vive en Valencia, que ya sueña con su segunda final en el Centenario, porque en el cap i casal piensan más en el Arsenal o el Nápoles, posibles rivales en las semifinales, que en el Villarreal. Sin embargo, yo veo la eliminatoria muy igualada y también sueño con una revancha contra el Arsenal que nos llevé a la final de Bakú, aunque ese escenario no esté en el buscador predectible google como probable ni aparezca en el Big Data de los pronósticos.

EL PUNTO DE INFLEXIÓN

Todo cambió con un apretón de manos, el que se dieron Javi Calleja y Fernando Roig. ¿Cuántos pensarían que el presidente se había dado un golpe en la cabeza? Es lo que tienen los referentes: hacen y piensan cosas diferentes. En el interín un cambio radical en la forma de actuar, ejercer el poder y comportarse como entrenador de un club como el Villarreal por parte de Javi Calleja. Ha aprendido mucho y se nota. Más en su sitio y tomando las decisiones que él considera mejores para el presente.

En juego está la continuidad en Primera División, todavía no conseguida. Estoy seguro de que en el Submarino van a cambiar algunas cuestiones estructurales y también individuales, pero no es momento ahora para tratar ese tema, porque las notas finales se dan a final de curso. Lo que sí tengo claro, es que en el apretón de manos entre presidente y entrenador existía un acuerdo no firmado, pero latente, acerca de la continuidad de Calleja como entrenador si se lograba la permanencia. Y estoy convencido, y lo estaba en los peores momentos también, de que el Villarreal seguirá siendo de Primera.

El poder bien manejado siempre es bueno para la dirección de cualquier empresa, y al actual entrenador se le entregará para que participe decisivamente en el Villarreal 2019-20 si se mantiene la dinámica actual. Cuando todo parece igual y cuando todo es tan distinto. Me quedo con los referentes, porque me enriquecen mucho más que aquellos que en su currículo solo lucen miles de seguidores en sus cuentas de redes sociales. Por cierto, Roig no tiene ni Twitter, ni Instagram ni Facebook...ni falta que le hace tampoco. ¡Endavant!

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@josellizarraga