Los torneos menores del circuito de tenis, las categorías Challenger y Futures, están en el centro de las apuestas trucadas, según el informe independiente de la Unidad para la Integridad del Tenis (TIU, en sus siglas en inglés) que pidieron las organizaciones tenísticas, después de las acusaciones surgidas tras las denuncias aparecidas en enero del 2016, poco antes del inicio del Abierto de Australia. "A este nivel inferior del tenis profesional, es un tsunami", dice el estudio que será presentado en junio y adelantado por la agencia Reuters.

El informe investiga la situación durante los dos últimos años y apunta que a nivel de corrupción en los Grand Slam y torneos mayores del circuito, "el problema es bajo", según explica Adam Lewis, máximo responsable de la investigación que fue encargada por los principales organismos del tenis (ATP, WTA, ITF y Grand Slam Board) en el 2016 después de la denuncia de un informe de la BBC y BuzzFeed News que afirmaba que 16 jugadores clasificados en el top 50 del mundo eran sospechoss de amaño de partidos.

EL PROBLEMA DE LAS APUESTAS EN DIRECTO

La encuesta hecha a 3.200 jugadores descubrió que el 16% tenía conocimiento de primera mano de los jugadores que apostaban por partidos, el 11% sabía que se proporcionaba información interna y el 14,5% que había amaño de partidos. El informe Lewis destaca que, en muchos casos, el nivel de las apuestas es pequeño y que los jugadores buscan financiación extra para sus gastos y viajes. La venta de los datos de resultados en directo firmada en el 2011 por la Federación Internacional de Tenis (ITF) con la empresa Sportradar fue el detonante del mayor movimiento de las apuestas y el amaño de los partidos.

El informe recomienda un mayor control de los niveles inferiores del tenis. En ese sentido pide una mayor educación entre los jugadores, la eliminación de los patrocinios de juegos de azar, cambios en las reglas de integridad para que la TIU se fortalezca y sea verdaderamente independiente.

"Los problemas de amaño de partidos son mayores en los torneos Futures o Challengers" con premios inferiores a los gastos que tienen los jóvenes tenistas y que deben jugar para ganar puntos y acceder al circuito ATP.