«Ambiente hostil, un público paradójicamente muy caliente, un campo cuya superficie estaba en malas condiciones y afectado por la nieve y, sobre todo, frío, mucho frío». Eso es exactamente lo que recuerda Santi Cazorla de la eliminatoria ante el Zenit de San Petersburgo de la temporada 2007/08, de dieciseisavos de final de una Copa de la UEFA que a la postre conquistó el verdugo del Villarreal.

Al igual que en esta ocasión, la ida fue en Rusia, aunque aquella vez fue en el vetusto Petrovsky Stadium, ya jubilado, nada que ver con el pudiente y mundialista Gazprom Arena, donde se jugará este jueves.

Dicho primer envite se disputó un 13 de febrero, con temperaturas bajo cero y nieve alrededor del campo. «Recuerdo que las partes del cuerpo que no te cubrías con ropa estaban congeladas», explica el asturiano.

Aquel compromiso se saldó con triunfo para los dirigidos por Dick Advocaat por 1-0, tanto que marcó el internacional ruso Pavel Pogrebnyak (64’).

Allí no se pudo marcar y ello costó la eliminatoria, ya que en la vuelta se ganó 2-1 y pasaron los rusos por el valor doble de los goles en campo contrario.

La base de la selección rusa

Cazorla recuerda que la columna vertebral de aquel equipo era «el bloque que también era la base de la selección rusa que eliminamos con España en las semifinales de la Eurocopa 2008», que a la postre ganó la Roja, con los groguets Senna, Capdevila y el propio Cazorla.

«Recuerdo a Luis Aragonés hablar de ellos en las charlas, en especial de Arshavin, un crack con el que luego compartí vestuario en el Arsenal», apunta.

Solo Anyukov, Bruno y él

Una década después de aquella eliminatoria, solo resisten tres futbolistas en ambas plantillas, El defensa y capitán de los rusos Anyukov, y Cazorla y Bruno Soriano en los groguets.