Con la clasificación garantizada para los cuartos de final, España medirá este domingo su recuperado nivel de confianza frente a Serbia (14.30 horas, Cuatro), uno de los grandes favoritos a jugar la final y , para algunos, también una de las pocas que puede romper el favoritismo de Estados Unidos y arrebatarle el título mundial.

El test no puede ser más exigente. En juego está la primera posición del grupo de Wuhan y obtener un cruce más cómodo para el partido de cuartos de final del martes (el perdedor del Argentina-Polonia) y, en teoría, evitar a Estados Unidos en semifinales. Pero el partido llega además barnizado por el espíritu competitivo de Sasha Djordjevic.

Quiero ganar a España, lo dije cuando llegué al cargo, no se si os acordáis, asegura Djordjevic, en un castellano perfecto,en una charla con la prensa española presente en Wuhan. Quiero ganarla porque pienso que España es la mejor y todavía le tengo muchísimo respeto porque lo ha demostrado todos estos años, por su saber ganar, porque desde hace mucho está en el podio. Por eso le dije a todo mi entorno, a los jugadores, al staff: hay que ganar a España.

LA REFERENCIA ESPAÑOLA

Desde que se hizo cargo de la selección plavi hace seis años, Djordjevic se marcó como objetivo superar a España, el rival que ha permanecido en el primer plano desde hace casi dos décadas. En concreto, desde el bronce en el Eurobasket del 2001, España ha tenido 18 presencias consecutivas, como mínimo, en cuartos de final de un gran torneo internacional, bien sea Eurobasket, Juegos o Mundiales.

En los 17 torneos que ha disputado ha ganado 12 medallas, con tres oros Europeos y tres medallas olímpicas entre sus conquistas (dos platas y un bronce), números que deslumbran.

Para la selección, el partido se presenta también como un desafío (queremos probarnos también y reforzar nuestra confianza, dice Rudy), pero también emerge la idea de que el futuro se jugará 48 horas más tarde. Tenemos que ir con todo, pero pensando también en el cruce de cuartos, aclara Scariolo, que asegura que habrá que afrontar el partido con mucho respeto pero también con valentía, igual que se hizo en el decisivo triunfo frente a Italia. "No hay que ponerse una venda en los ojos, está claro que quieren quitarnos el liderazgo europeo que tenemos hace mucho y seguramente lo consigan, pero nos resistiremos", afirma.

SUBCAMPEONA OLÍMPICA Y MUNDIAL

En el tiempo que lleva en el banquillo, Djordjevic ha devuelto al primer plano a Serbia, vigente subcampeona mundial, olímpica y europea con una generación única. Pero el exjugador azulgrana y madridista no se conforma. Quiere agrandar la leyenda de una selección que cuenta con cinco títulos en sus vitrinas, los mismos que EEUU.

Nosotros vamos a jugar cada partido para ganar. Es la única manera que conozco de ir adelante, explica Djordjevic, que no se deja llevar por las alabanzas que recibe su grupo. Cada día trabajamos para conseguir otra medalla, ya veremos qué pasa. Todo el mundo habla bien de nosotros, que si las apuestas, que si la prensaPero si nos lo creemos, vamos a caer eliminados. Hay que ir tranquilos, con mucha humildad, paso a paso y no creer nada de lo que dicen.

De paliza en paliza (su media de victorias en este campeonato es de 40,7 puntos , la media más alta de siempre) Serbia ha ido tumbando rivales, mostrando sus credenciales: bajo el liderazgo del pívot Nikola Jokic, una de las estrellas emergentes de la NBA en los Nuggets, y del escolta Bogdan Bogdanovic, de los Kings. Pocos pueden igualar además su potencia interior (Jokic, Marjanovic, Milutinov, Raduljica) y su envergadura. Con una media por encima de los dos metros.

No recuerdo haber encontrado en mi vida un equipo de esta dimensión física. Podría ser el equipo de altura media más alta, y además con una cantidad de talento impresionante, apostilla Scariolo.