Es en estos momentos uno de los conjuntos más sólidos, compactos y que mejor defienden y atacan de toda Europa. No por ello debe considerarse que sea favorita, pero la AS Roma está muy bien trabajada desde la llegada de Luciano Spalletti —en su segunda etapa como técnico romanista— en enero del 2016 y, además, atraviesa por un momento dulce tanto de juego como de resultados.

Cierto es que el nivel de la Serie A ha bajado en las últimas temporadas, en especial con la escasez de protagonismo de los dos colosos de Milán, el Internazionale y el AC Milan, pero las prestaciones que está dando el combinado giallorosso en el presente ejercicio son como para tenerlos en cuenta. En su campeonato doméstico, donde se mide la fiabilidad de un equipo, la Roma ha ganado 17 de los 24 encuentros disputados, con 2 empates y 5 derrotas; es 2ª a 7 puntos de la Juventus; y lo que más respeto da son sus cifras realizadoras: 50 goles a favor y tan solo 21 en contra en 24 choques.

El gran secreto de este equipo, sin duda, es el trabajo de Spalletti, que ha pulido un 3-4-3 que se convierte en 5-4-1 para defender, con un once muy reconocible y en el que todos defienden y atacan.

1. Defienden con siete

Con el polaco Szczesny en portería —el ex del Arsenal ha ganado en confianza en la Roma y es más regular que con los gunners—, uno de los méritos de Spalleti radica en haber conseguido que su equipo defienda hasta con siete jugadores de campo.

Con el gen que caracteriza a cualquier entrenador italiano que se precie, la Roma juega con tres centrales, Rüdiger, Fazio y Manolas, que mezclan potencia física con una aceptable salida de balón. Y en los costados, dos laterales de largo recorrido brasileños, de perfiles similares a lo que fue Cafú —un ídolo en la Roma—, Emerson por la izquierda y Bruno Peres por la derecha.

Pese a la actitud ofensiva de ambos, los dos saben que no deben descuidar la retaguardia. Pero para hacerles las coberturas a ambos, los dos mediocentros, Strootman y De Rossi, tienen el chip de defensas cuando la Roma no tiene el balón.

2. Currantes en la medular

Precisamente el capitán —con permiso de Totti, ya suplente— De Rossi y el holandés Strootman lideran un centro del campo que termina siendo de seis jugadores, en el que todos curran. Junto a ellos, los citados Emerson y Bruno Peres se convierten en las bandas en aliados oxigenadores, ya que siempre son alternativa como receptores de pase.

Y por delante de ellos, el incombustible belga Nainggolan no para de trabajar arriba y abajo, mientras que junto a él ha regresado el egipcio Mohamed Salah, tras la Copa de África, titular por delante del argentino Perotti y el italiano El Shaarawy, aunque en el caso de estos tres el sacrificio defensivo es menor.

3. Ataque sin cuartel

Este grupo de cuatro futbolistas ofensivos (Emerson, Bruno Peres, Nainggolan y Salah) son la base del ataque, los dos primeros como extremos y los otros dos como mediapuntas con llegada. Y como referente, el bosnio Dzeko, quien suma 18 goles en 24 partidos, siendo letal tanto en el juego estático como en el ataque de transición.

4. Con fondo de armario

El once de Spalletti se recita en Roma casi de memoria, pero hay un buen fondo de armario para suplir las posibles ausencias, aunque con la importante baja del lesionado Florenzi, como Juan Jesús o Vermaelen en defensa; Leandro Paredes y Grenier en la medular; y los ofensivos Perotti, El Shaarawy y el eterno capitano, Totti.