Sergio Asenjo no le puede pedir mucho más a un final del 2017 y un inicio del 2018 en el que ha demostrado a todos, y sobre todo a sí mismo, que se puede volver a retomar una carrera de éxito tras cuatro pasos por el quirófano por la lesión más temida: rotura de ligamentos de la rodilla.

Regresó en diciembre a la competición tras su última recuperación y, desde entonces, dejó claro quien es el número uno de la portería del Submarino. La suya es una historia no solo de éxito, sino de superación, constancia y fe en sus posibilidades. El MVP groguet ya descansa, eso sí, mirando de reojo la lista de la Roja que hoy desvelará Lopetegui. Por si acaso.

—La temporada no empezó como usted hubiera deseado, pero el final ha sido espectacular.

—A nivel personal y en el fondo general del equipo, impresionante. Empezó regular, intentando recuperarme de la lesión y con dudas de cómo iba a reaparecer, pero en diciembre el míster creyó que estaba en el momento óptimo. Y a partir de ahí todo ha sido excelente.

—¿Dudas? ¿Por qué?

—Cuando sales de una lesión tan grave como la mía nunca sabes el nivel que podrás dar en competición. Yo me encontraba bien en los entrenamientos y la rodilla estaba respondiendo a las mil maravillas, pero siempre había que esperar al partido oficial. Ese día llegó contra la Ponferradina y a la semana siguiente ya estaba jugando ante el Barça y se disiparon todas las dudas. Y a partir de entonces ya creí en mí y en mis posibilidades. Ya no me perdí ni un entrenamiento ni un solo partido, excepto el último.

—Nadie afrontará con más ganas que usted el inicio de la pretemporada después de perderse la última.

—Acabar sin problemas la temporada, descansar y empezar de cero la pretemporada lo hace todo más fácil. No le gusta a nadie empezar en julio en un gimnasio viendo como el resto de tus compañeros están ya jugándose el puesto. Ahora toca descansar y limpiar la mente porque ha sido un año complicado.

—Al final, el Villarreal ha sacado con solvencia su objetivo de estar en Europa. ¿En algún momento de la temporada hubo dudas?

—Para nada. Dentro del equipo nunca se ha dudado de lo que se estaba haciendo. Desde que llegó Javi [Calleja] ha sido una temporada impresionante, pero todos los equipos pasan por meses complicados. Hemos visto como el Sevilla lo ha pasado mal, el Athletic, la Real Sociedad, el Celta… Hay que dar importancia a que el equipo se volvió a activar y a sacar partidos importantes. En la Liga española confirmar una plaza europea a falta de una jornada no está al alcance de todos. No es fácil.

—Muchos compañeros se han quejado de que no se le ha dado el valor que merece a acabar quintos.

—Estoy de acuerdo. Poco valor se le está dando al Villarreal. Este año he dado muchas entrevistas y siempre me transmitían dudas, que el Villarreal no era el de siempre, que había crisis... Pero mira, desde que estoy aquí, desde el año del ascenso, siempre hemos estado dentro de las plazas europeas. Quitando a los tres grandes de España, el Villarreal está siendo el más regular, siempre compitiendo de tú a tú con los grandes. Hay que darle el valor que tiene. Cada año hay muchos cambios, jugadores que van, que vienen, gente que se tiene que acoplar. Pero año tras año estamos demostrando que somos un bloque firme.

—¿Cuál ha sido el mejor momento de una temporada tan especial?

—Para mí el mejor momento fue el día en el que volvía jugar, ante la Ponferradina. Fue un cambio de mentalidad total. Volvía a creer en mí mismo, a pensar que se podía volver a ver al mejor Sergio Asenjo.

—¿Y el peor?

—El día del 5-1 ante Barça fue un tropiezo que podía suceder. El equipo pensaba más en el partido de Coruña, que era trascendental. Estábamos más pendientes de que terminara. Después, también dolió mucho la eliminación europea contra el Lyón. Había mucha ilusión y confianza. Fue un palo duro, pero la Europa League es muy fuerte. Este año ha ganado el Atlético, que ha jugado dos finales Champions en los últimos años. Eso lo dice todo.

—¿Cómo ve que un descarte de Champions se pueda llevar un título por el que hay equipos que luchan, incluso, desde agosto?

—A mí, personalmente no me parece justo. Cada uno debe competir en lo que se ha ganado. En el fútbol las segundas oportunidades no se suelen dar y en la Europa League se ha demostrado que sí las hay. Se debe respetar más a los equipos que compiten desde septiembre por ganar la Europa League.

—La temporada que acaba de finalizar ha tenido para usted el premio del regreso y de la plaza europea. ¿Qué le pide a la próxima?

—Sobre todo salud, es lo primordial. Sin un buen estado físico no hay nada. Después, en lo que respecta al equipo, hacer una vez más un bloque competitivo y disfrutar de nuevo todos juntos. Espero que se vuelvan a cumplir los objetivos.