Las horas posteriores al encuentro del pasado jueves ante el Real Madrid no fueron demasiado agradables para Sergio Asenjo. El palentino, un tipo tranquilo, con nervios de acero y extremadamente educado, en el campo y fuera de él, explotaba ante las injustificadas críticas que en algún medio de comunicación y, sobre todo, en las redes sociales, le recriminaban que podía haber hecho más ante los de Solari.

Asenjo contestó por escrito, «avergonzado» por el hecho de que se hubiera puesto en duda su profesionalidad. Pero la mejor respuesta la guardaba para lanzarla bajo los tres palos, el hábitat que ha hecho suyo a pesar de las continuas zancadillas en forma de lesiones que le ha puesto el fútbol por el camino. Asenjo contestó ayer, ¡y vaya si lo hizo!, a base de paradones, uno tras otro, para, como mínimo permitir a su equipo salir con un punto de Ipurua. «No es lo habitual tener que parar tanto, pero en un campo como Ipurua puede ocurrir; ya venimos sabiendo que nos iban a apretar», decía el palentino tras firmar en Eibar una de sus mejores y más decisivas actuaciones de la temporada.

Que Asenjo atraviesa por uno de los mejores momentos de su carrera tras su enésima reaparición después de una grave lesión no escapa a nadie. Quizás solo a Luis Enrique, el seleccionador nacional, que de momento se resiste a llamar al portero groguet. Puede que la de ayer, en Eibar, haya sido la actuación definitiva que haga marcar al entrenador asturiano el teléfono de Asenjo, aunque, hoy por hoy, este es un tema absolutamente secundario para el 1 del Villarreal. «Ojalá puedan llegar los premios individuales, pero ahora lo más importante es el Villarreal y que podamos estar en una situación mucho más tranquila cuanto antes», refrensa Asenjo, que ya atisba ciertas mejoras sobre las que edificar la reconstrucción.

«Me quedo con que hemos competido muy bien, a un gran nivel. Día a día vamos mejorando. A nivel defensivo ante el Eibar todos hemos aportado lo máximo, incluso a pesar del cansancio que arrastábamos», indica el guardameta, que espera que el buen nivel individual que está demostrando se traslade de una vez por todas a la dinámica del equipo, en una situación que «no es agradable» desde el inicio de la presente temporada.

A cero tres meses después

Comenzar a blindar la portería puede ser el primer paso para olvidar los malos momentos del 2018. El 0-0 en Ipurua puso fin a una serie de 11 encuentros de Liga consecutivos encajando, después de sellar la portería por última vez en septiembre del pasado año (el 0-3 en San Mamés). Con el Asenjo de ayer todo es más fácil.

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@josellizarraga