Cuando Sergio Asenjo habla de objetivos hay que escucharle con atención. De su boca no salen nunca aseveraciones gratuitas, ni en los buenos ni en los malos momentos. Sobre todo en los malos. Cada vez que el fútbol le ha puesto en la tesitura límite de tener que estar postrado en un quirófano y con muchísimos meses de recuperación por delante —hasta en cuatro ocasiones ya— el discurso no ha variado un ápice: «Voy a volver a ser el Asenjo de antes». Y siempre ha sido así. Tanto que el pasado sábado se convirtió en el portero con más partidos en Primera (172) con el Villarreal y está entre los tres guardametas groguets con más encuentros oficiales (199, el sábado llegará a la redonda cifra de los 200), solo por detrás de Diego López (230) y por delante de Reina (147). «Es increíble compartir podio con ellos», recalca.

En esta séptima campaña a bordo del Submarino Asenjo se ha marcado dos retos o, más bien, dos deseos. El primero es que «ese pasado gris», en referencia a los problemas físicos «no vuelva nunca». Las lesiones de rodilla han sido «los peores momentos» de su larga etapa en el Villarreal —desde el verano del 2013—, más que la suplencia que le tocó asumir al final de la pasada campaña, con el equipo jugándose la permanencia, y en el inicio de la actual: «Si hay salud siempre se puede pelear por recuperar la confianza del entrenador».

LAS CORRECCIONES

El segundo objetivo se centra puramente en lo que es la competición. «Queremos volver a vivir las grandes noches en Europa que hemos disfrutado no hace mucho», dice con convicción el guardameta, aunque para ello considera que el Submarino necesita corregir algunos detalles que, de momento, no le han permitido pisar suelo de plaza continental, algo que no sucede desde la última jornada de la temporada 2017/2018. Errores defensivos —sobre todo en las estrategias— o fases de juego apáticas como la primera parte de la última jornada en Pucela ponen más complicado un objetivo ya de por sí difícil. «Solo hemos perdido dos partidos en el último mes y medio y aún así aún no hemos podido entrar en plazas de Europa. Eso demuestra lo igualada que está la Liga; los equipos están cada vez más reforzados», razona el guardameta palentino de 30 años.

En primer lugar, Sergio Asenjo considera indispensable que el equipo cierre el grifo de los goles concedidos a los rivales por errores individuales de bulto o por jugadas de estrategia mal defendidas. «Si queremos estar arriba y no sufrir en la pelea por los puestos europeos tenemos que encajar menos goles. Conceder tantos goles en contra hace muy difícil sumar de tres», exige. Asenjo reconoce que tanto jugadores como cuerpo técnico se han puesto manos a la obra para solventar ese déficit: «Estamos repasando muchos vídeos con el míster para mejorar en ese aspecto».

EL EPISODIO DE PUCELA

En segundo término, hay que desterrar pájaras como las de los primeros 45 minutos en el Nuevo Zorrilla, el sábado. «La primera parte de Valladolid es precisamente el ejemplo de lo que no tenemos que hacer para estar en Europa», esgrime. En ese sentido, el palentino recalca que la primera piedra para no volver a ver a un Submarino tan apático se puso en el propio vestuario del estadio pucelano: «En los 15 minutos que estuvimos en el vestuario durante el descanso nos miramos a la cara y nos dijimos: así no puede ser; hay que reaccionar. Y así fue. El equipo demostró que tiene carácter».

Por último, Asenjo refleja la importancia de amarrar los puntos de casa, empezando los del Levante, para acabar la Liga entre los seis primeros, toda vez que el desenlace de la Copa —«un palo gordo, ya que perdimos la ocasión de jugar esa final que tanto deseamos»— vaticina que puede no haber premio europeo para la séptima plaza. «Los equipos vienen a estar juntitos y no es fácil hacer ocasiones», avisa Asenjo, que pide un extra a la afición para compensar el hándicap: «Queremos que los rivales sientan en La Cerámica la presión brutal que nosotros sentimos en otros campos». Ante el Levante, el bicentenario Asenjo quiere empezar con buen pie «un próximo mes y medio que marcará un poco cómo acabaremos la Liga en mayo».