El gran momento de Brasil ha llegado. Tras una larguísima espera repleta de incertidumbres y polémicas, la llama olímpica brillará este viernes en Maracaná, marcando el inicio de Río 2016. La fiesta que presentará al mundo los primeros Juegos celebrados en un país de Sudamérica deberá estar a la altura, es decir, un inmenso Carnaval que comenzará exactamente a la 01.00 del sábado en España.

“Queremos celebrar la mayor fiesta jamás vista en Brasil”, sentenció la coreógrafa Daniela Thomas, quien junto al afamado director Fernando Meirelles han diseñado al milímetro un espectáculo que será visto en directo por los 70.000 espectadores en Maracaná y 3.000 millones de personas por TV. Como no podía ser de otra manera, la música popular brasileña, representada por los inagotables Veloso y Gilberto Gil, será el hilo conductor de un espectáculo que abarcará desde la llegada de los portugueses al Nuevo Mundo hasta el oscuro episodio de la esclavitud.

Tras la representación de la historia de Brasil, los esperados atletas harán su ansiada aparición en el Maracaná encabezados por unos abanderados de lujo. Con Nadal al frente de los 306 integrantes de la delegación española. Un desfile que encontrará su momento más humano cuando la nadadora siria Yusra Mardini, abanderada del equipo de refugiados, haga su aparición. Algo increíble para una joven que atravesó a nado las aguas del Mediterráneo huyendo de la guerra y que ahora aspira a hacer historia. Otro punto importante a ser tratado será la violencia contra la mujeres y los colectivos LGTB. Un asunto espinoso en un país fuertemente conservador.

A pesar de lo vistosa que será la ceremonia, existe una gran preocupación por impedir que tanta opulencia agite los ánimos del público brasileño en medio de una durísima crisis. Con aproximadamente la mitad del presupuesto de la ceremonia de Londres 2012, unos 24 millones de euros, la inauguración de Río 2016 pretende ser buena, bonita, barata y sostenible. No en vano, el pebetero de Río 2016 tendrá la menor tasa de emisión de gases de todos los JJOO.

Precisamente, el encendido de la llama será la gran sorpresa de la noche. A pesar de los rumores de que será el mismísimo Pelé el encargado de transformar ese momento mágico nada está confirmado. Muchos son los que reservan ese honor al marchador Vanderlei Cordeiro de Lima, quien perdió el oro en Atenas 2004 al ser atacado por un espectador. Aunque se tuvo que conformar con el bronce su gesto de perdón con el agresor le convirtió en un ejemplo. H