Ya tarda el ayuntamiento de Balaguer en buscar una calle para dedicársela a Roberto Martínez Montoliu, Bob Martínez desde su etapa en Inglaterra. Este ciudadano ilustre de la ciudad, aunque semidesconocido en el mundo que habita, el del fútbol, es el seleccionador de Bélgica y este lunes iniciará su camino en el Mundial de Rusia frente a Panamá, debutante en el torneo.

En la placa callejera debería constar que nadie antes que Bob, nacido el 13 de julio de 1973, había llegado a la cita futbolística más importante del planeta partiendo desde la Tercera División, en una humilde carrera que nació en el CF Balaguer, que tuvo una escala en Zaragoza, y que incluso disfrutó de un breve episodio en Primera con el cuadro aragonés... un solo partido.

La biografía debería mencionar que se hizo un lugar en la élite ascendiendo desde el nivel más lúgubre y gris. Que cuando ningún futbolista quería emigrar, ni siquiera a la hoy rica e idolatrada Premier Leaguer, Martínez se atrevió a ir al Wigan porque el propietario del club (y de una tienda de deportes en Zaragoza) se lo propuso a él y a dos jóvenes más. Aunque estaba en Tercera.

Hijo predilecto de Wigan, donde fue elegido el mejor futbolista de la historia (y todavía no de Balaguer), divagó por el Motherwell, Chester, Walshall y Swansea, en los bajos fondos ingleses, hasta que se sentó en el banquillo. «Era fácil decir que sí al Swansea; lo difícil era colgar las botas y decir adiós a la vida de futbolista», explicó a su renuncia a los 33 años. Más fácil fue decirle que sí al Wigan cuando volvió a llamarle 15 años después.... para ser entrenador, consumado el objetivo de haber ascendido a la Premier. Nadie podía aventurar que llegara a ser campeón de la FA Cup en 2013 a costa del Manchester City de Silva, Agüero y compañía.

Tras ello le fichó el Everton con un contrato por cuatro temporadas. No llegó a completar la tercera, al ser despedido en mayo del 2016. En agosto, era contratado por la federación belga, con Thierry Henry como segundo.

Su fase de clasificación ha estado inmaculada, sin derrotas, y ahora debuta en el Mundial con una de las aspirantes, Bélgica... ante la cenicienta Panamá.