El FC Astaná es el club más importante de Kazajistán, pero sin la etiqueta de histórico en su país. Su fundación data de 2009, bajo el nombre de Lokomotiv Astaná, producto de la fusión entre el Alma-Ata y el Megasport, que sí eran dos de los equipos con más raigambre. Fútbol y política van de la mano en el caso del Astaná. La independencia, tras la caída de la URSS, provocó un giro. Kazajistán, tradicionalmente asiática, cambió su punto de mira hacia Europa. En 1997 la capital se trasladó de Almaty a Astaná, una ciudad de nueva construcción, y tras ocho años en la Confederación Asiática, dio un paso más hacia su europeización y se integró en la UEFA.

Una buena forma de impulsar un país joven es apostar por el deporte y el gobierno kazajo creó el Astaná. Al año de su fundación ya se hizo con su primer trofeo, la copa, que le daba acceso a competición europea. Pero la normativa UEFA, que impide participar en sus torneos a clubs con menos de tres años de historia, cerró la puerta. El debut en Europa llegó en la campaña 2013/14 y el actual techo dos años después, en la liguilla de la Champions, su mayor logro.

Cuenta con hasta siete secciones polideportivas que forman parte del Astaná Presidential Sports Club, cuyo objetivo es promocionar el país, la nueva capital y el deporte kazajo. El Astaná Arena, moderno estadio de 30.000 espectadores, es otro apoyo para acercarse a la élite. Con césped artificial de última generación, su techo retráctil permite jugar en unas condiciones extremas de temperatura que harían imposible partidos del más alto nivel.