El Valencia volvió ayer a las andadas y, una jornada más, las dudas se instalaron en el conjunto de Neville y Mestalla. Después de varios encuentros caminando por la senda del triunfo, el Athletic de Bilbao, que se mostró firme durante todo el choque, hizo que a los che le volvieran a aparecer los fantasmas que habían desaparecido llevándose los tres puntos con tres goles marcados en seis minutos del tramo final.

Y eso pese a que el partido mantuvo hasta el cuarto de hora final un gran equilibrio entre ambos equipos y tenía olor a empate, pero en ese momento los bilbainos imprimieron una velocidad más a su juego y se llevaron el triunfo con una comodidad y una superioridad evidente... pese a que los primeros cuarenta y cinco minutos estuvieron marcados por la igualdad entre dos contendientes que se mostraron muy ordenados tácticamente.

Tras un primer periodo de posesiones largas y muchas cautelas, el Valencia se mostró más incisivo en el inicio del segundo periodo, aunque con las fuerzas muy niveladas, hasta que el duelo dio un giro de 180 grados a partir del primer gol del Athletic.

Este llegó en un centro de San José que Sabín Merino, libre de marca, cabeceó de forma inapelable abriendo así un periodo fatal para el Valencia en el que Muniain, al aprovechar un error de Parejo, y después Aduriz sentenciaron a los locales. H