Este Atlético no es un equipo especialmente comprometido con la galanura; nunca lo fue, pero en esta época actual viene manifestando serios problemas en los comportamientos creativos que repercuten en la definición; en general ha sacado más resultados fronterizos que holgados. Viene disimulando defectos sacando una gran rentabilidad a su fortaleza defensiva; explota sus virtudes al máximo y saca partido de las debilidades del rival.

Su ataque posicional es simple en su iniciación; busca la progresión de sus laterales o utiliza el juego en largo de su portero. En campo rival, sobre todo en zonas intermedias, es donde más combina. Sus volantes externos siempre tienden a moverse hacia el centro. Mezcla el fútbol vertical, prescindiendo de la medular lanzando balones profundos a los desmarques de ruptura de sus jugadores avanzados. En la fase defensiva presiona muy arriba al rival para entorpecer y retardar su iniciación de la jugada.

El Atlético es un equipo experto en crear un escenario que se acomode a su conveniencia. No le importa jugar sin balón; no se parte, no se hace largo, no concede transiciones, emboscado en la privilegiada posición del cazador que espera que su presa se ponga a tiro. Su disposición táctica varía según el rival y el resultado.

UN ONCE DEFINIDO // Partiendo de un más habitual 4-4-2, Oblak es el dueño de la portería, ya afianzado, dominador del área grande y pequeña y solvente en desvíos y atajadas. Línea de cuatro con dos laterales ofensivos: Juanfran provoca desequilibrios en ataque, se asocia, llega y centra, y ha mejorado en la marca; Filipe es un zurdo de muy buenas conducciones que rompe arriba por dentro y por fuera y repliega bien; en el eje, Savic, fornido y expeditivo, y Godín, jerarquía en la defensa a base de gran posicionamiento, rápido en coberturas y ayudas y un gran cabeceador en ataque.

Mediocampo con un doble pivote fuerte: Gabi tiene una gran lectura táctica, buen pase corto y medio, gran golpeo y trabajo en el acoso y presión. Koke es el volante español más completo; tiene gran visión de juego, formidable pase vertical, centro, disparo y capacidad de trabajo; banda derecha para Saúl, un zurdo polivalente y competitivo que desde allí rompe al área con sus diagonales; en la izquierda, Griezmann, que ataca los espacios a base de diagonales o batiendo líneas en conducción, con llegada de segunda línea y gol. Arriba Vietto aporta movilidad y provoca desorden, pero aún está lejos de su mejor rendimiento; Torres se maneja muy bien a la carrera con sus continuos desmarques, aunque en la definición es una lotería. Sobre la marcha, Simeone modifica el dibujo mutando a 4-3-3. H