Tenía prisa el Atlético de Madrid. A la media hora de final ya goleaba con comodidad al Levante poniendo su nombre a la Supercopa de España. Y eso que el equipo valenciano arrancó con energía, pero un par de galopadas de Ludmila por la banda derecha rojiblanca quebraron su resistencia. Y alzó el primer título de la temporada el conjunto rojiblanco.

Un gesto lleno de emoción porque Amanda Sampedro, la capitana del Atlético, quiso que lo alzara Virginia Torrecilla, operada de un tumor cerebral. Bajó luego Virginia al césped para posar en la foto oficial de las nuevas supercampeonas de España. Ambas rompieron a llorar al llevar el trofeo al cielo almeriense.

El 0-1 inicial nació, sin embargo, en una internada de Ajara, que acabó en gol a través del remate de Deyna Castellanos, que contó con la inestimable ayuda de Paraluta, la portera del Levante, a quien se le escurrió furtivamente el balón entre sus manos y su cuerpo. Era el minuto 18 y el prólogo de que lo peor estaba por llegar para el conjunto valenciano.

Debut espectacular

De nuevo, el mismo guión. Y los papeles cambiados porque Ludmila rompió en velocidad y Ajara, la goleadora camerunesa que no lleva ni 15 días con la camiseta rojiblanca, certificaba el segundo tanto (0-2, m. 21). Pero ese capítulo volvió a repetirse. Ludmila corre y pasa. Ajara controla, regatea y marca (0-3, m.31). Ya no existía la final.

En apenas 13 minutos, el Levante había encajado tres goles, incapaces de contener el vendaval ofensivo del equipo de Sánchez Vera, quien regresó al banquillo del Atlético apenas cuatro días antes.

Tuvo tiempo para eliminar al Barça, el gran favorito del torneo, y para llevarse la Supercopa con una espectacular media hora en la que dejó sin opciones al conjunto valenciano.

Cuando quiso meterse en el partido, sobre todo en el último tamo de la primera mitad, el Levante topó con la solidez de Lindahl, la experta guardameta sueca (37 años) del Atlético. Apagó las opciones que tenía el equipo de María Pry de intentar engancharse, aunque fuera tímidamente, a la final.

Dominio del Levante sin puntería

Firmó Lindalh dos grandes paradas. Primero a Zornoza y después a Andonova, cuyo excelente disparo desde fuera del área encontró rápida y precisa respuesta de la portera rojiblanca.

Tras el descanso, el Levante apeló al orgullo para intentar darle emoción a una final que había durado apenas media hora. Dominó la segunda mitad, generó peligro, aunque siempre aparecía al final Lindahl.

Dejando, eso sí, hermosas jugadas como las de Eva Navarro, que firmó una impresionante conducción de área a área, esquivando hasta cuatro jugadoras del Atlético. Una acción soberbia que retrataba, sin embargo, la ineficacia del Levante.

Aleixandri, la mejor de la final

Cuando no era Lindahl emergía Laia Aleixandri, la joven defensa de Santa Coloma de Gramanet (20 años), que completó un partido impecable. Irreprochable, sin error alguno.Tuvo un par de acciones defensivas que eran, en realidad, dos goles que evitó.

No fue nada casual, por lo tanto, que Aleixandri fuera elegida como la mejor jugadora de la final. "Hemos trabajado duro y ahora estamos muy felices. Es el primer título de la temporada", confesó la jugadora catalana.