El Atlético de Madrid sumó su primera victoria de la temporada después de imponerse por un contundente 0-4 al Celta de Vigo, en un partido en el que supo sufrir y trabajar en la primera parte y en el que se convirtió en una apisonadora en la segunda, muy superior a raíz del gol de Koke.

La necesidad de ganar animó a Simeone a apostar por el bloque de la pasada campaña, con Gameiro y Gaitán en el banquillo, para situar a Torres como acompañante de Griezmann y Carrasco por la banda izquierda.

El choque, por momentos, se convirtió en una partida de ajedrez en la primera mitad, con ambos equipos centrados en no descomponerse. Berizzo y Simeone tenían muy bien estudiado al rival. Fue el Celta el que dispuso de las mejores ocasiones en el primer acto, con un disparo de Señé que estrelló en la red lateral y con un remate de Bongonda que se marchó demasiado cruzado.

Perdonó el equipo gallego en el primer tiempo y, como le ocurrió el año pasado ante el Atlético, lo pagó, ya que en el arranque del segundo acto Koke lo golpeó tras un gran centro de Griezmann, que marcaría después un doblete. Correa cerró la goleada. H