El Atlético dio buena cuenta de un Valencia que volvió a ofrecer su peor cara y que pagó muy caro sus errores. Un doblete de Griezmann y otro gol de Gameiro sellaron el sencillo triunfo rojiblanco (3-0) que pudo ser más amplio ante la fragilidad mostrada por el equipo de Voro.

Decidido a ir a por la victoria para recuperar la cuarta plaza que le arrebató la Real Sociedad tras su triunfo ante el Betis, y con el Villarreal pisándole los talones, el equipo de Simeone se metió en el encuentro desde el pitido inicial. Después de dos jornadas sin ganar, el Atlético no podía permitirse otro pinchazo ante un rival que llegaba con la vitola de tres triunfos en los últimos cuatro encuentros.

ASISTENCIA DE KOKE // No tardaron en mostrar sus intenciones los colchoneros con un remate de Griezmann que fue taponado por un defensa. No iba a fallar el delantero francés en un contragolpe en el que recibió un preciso pase de Koke para marcar de fuerte disparo cruzado con la izquierda.

Era el minuto 10 y la confirmación de que el equipo de Simeone no haría concesiones a un rival al que se le vieron muy pocas cosas positivas. Al equipo de Voro le costaba un mundo hilvanar alguna jugada con criterio, así como superar la presión del Atlético tendente a sacar partido de las múltiples imprecisiones del cuadro valenciano, que al menos consiguió llegar al descanso con un solo tanto en contra.

Poco duró ese marcador porque otra buena puesta en escena del Atlético se tradujo en el segundo gol. Esta vez fue Gameiro el que recibió un pase de Filipe para disparar con la derecha. El balón dio en Mangala antes de alojarse en la portería (m. 48). Tampoco ese tanto trajo la reacción del Valencia, un equipo que entregó muy pronto las armas y que pudo salir goleado si Griezmann y Gameiro hubieran aprovechado los regalos de su rival.

En el otro área, Munir intentó sorprender a Oblak con un disparo lejano que el meta desvió a córner en la única acción de peligro de un Valencia plano y consumido por sus errores. La tarde se cerró con un intento de control fallido de Thomas que se convirtió en una asistencia a Griezmann, que marcó por bajo.