Lo volvió a hacer. El Atlético del Cholo Simeone completó otra obra maestra de solidaridad y esfuerzo para cerrar con llave la portería y dar un paso más hacia la final de la Champions. No pudo el Barça con el cerrojo rojiblanco, ni tampoco el Bayern. Casi nada. Los dos equipos más ofensivos del continente toparon con el muro y a Guardiola le tocará remontar otra vez contra un equipo madrileño. El golazo de Saúl Ñíguez a los 10 minutos, poniendo en evidencia el sistema defensivo de los bávaros, coloca al Atlético a un solo paso de protagonizar otra final de la máxima competición continental, dos años después de que se le escapara de las manos una Champions que tuvo atada 93 minutos contra el Madrid.

El centrocampista colchonero, el héroe ayer para un Calderón entregado, dedicó el gol a su hermano, que cumplió el martes 27 años. Mientras Simeone se mostraba orgulloso del maravilloso trabajo de sus hombres. “Ha sido un partido muy bonito entre dos equipos distintos, cada uno creyendo en su filosofía. Nos espera una vuelta muy emocionante ante un gran rival y en un campo impresionante. Será un desafío doble”, valoró el Cholo.

Pudo ser peor para el Bayern si el poste no hubiese repelido el disparo de Torres en un contragolpe de libro, ya en el minuto 75 del encuentro. “Ha sido una noche muy especial, un día grande para el Atlético”, proclamó El Niño, que resumió la filosofía de ese grupo de gladiadores que comanda el Cholo. “Sufrir, sufrir, luchar, luchar. Queda aún mucho por remar. Seguid sufriendo y soñando con nosotros”, resumió el delantero, que elogió el “golazo de Saúl” ante un poderoso rival.

El goleador se felicitó por el tanto “más importante y bonito” de su carrera, mientras Torres lamentó ese poste. “Nos pudimos ir con mayor ventaja si entra mi ocasión. El Bayern tiene un nivel impresionante, pero nosotros tenemos nuestro orgullo. Hay mucha gente a la que podemos dedicar la victoria”, concluyó El Niño, que se acordó del gran Luis Aragonés. Seguro que el exseleccionador disfrutó desde arriba de un triunfo lleno de corazón.

Para Guardiola hay trabajo extra esta semana, con la obligación el próximo martes de encontrar fisuras ante un Atlético que ayer no dejó ni un solo resquicio. “Tenemos que ser estables y no repetir los mismos errores de hace dos años contra el Madrid, cuando quisimos remontar en cinco minutos y en 20 estábamos fuera”, reflexionó el técnico. H