Camino a la defensa de la ventaja en Liga de Campeones en Liverpool, el Atlético empezó perdiendo, fue ganando y se quedó a medio camino entre los objetivos domésticos y europeos ante un Sevilla batallador que mantiene viva la pelea masiva por los cuatro primeros puestos con el punto que se llevó de Madrid ante un rival directo, el equipo de Simeone, que se queda quinto.

Dos decisiones del videoarbitraje convirtieron una primera parte trepidante y con ataques furibundos a tumba abierta en una fuente de frustración y rabia para todos los atléticos y sevillistas, cada uno con un penalti en contra difícil de digerir, por jugadas que se alejan de los preceptos de claridad y obviedad del VAR, con revisiones de más de cinco minutos que mataron el ritmo del juego.

Con la trascendental visita a Liverpool a cuatro días, Simeone no se amedrentó y puso todo lo que tenía, un once titular salvo el sancionado Thomas y el ausente por precaución Lodi. Además, el recurso para el lateral izquierdo no fue Saúl, asentado en el centro, sino un Hermoso que sufrió en el flanco.

Juego trepidante

El regreso de João Félix a la titularidad le aportó una dosis de verticalidad en tres cuartos de campos, un peligro que el Sevilla consiguió generar a base de un gran trabajo colectivo, con llegadas masivas cada vez más peligrosas. Así llegó el 0-1, gracias a una llegada por la banda de Suso y Jordán que terminó, gracias a una salida al corte en falso de Savic, con De Jong dentro del área ante Oblak sin ningún atlético de por medio. A pesar de su fama, el neerlandés definió con solvencia y volvió a destapar toda esa ansiedad que sobrevuela al Atlético esta temporada.

Los de Simeone respondieron con un ataque en manada, un despliegue propio de los minutos finales que terminó, tras una marabunta en el área y una revisión de más de cinco minutos del videoarbitraje, en un penalti por mano de Diego Carlos en el primer remate de Felipe, que transformó Morata para empatar, lejos de ser clara y manifiesta, al menos con todas las repeticiones.

El Atlético estiró su momento de esplendor y, menos de cinco minutos después, João Félix redondeó su vuelta a la titularidad y la remontada exprés de su equipo con el segundo gol, con un tiro que desvió de manera decisiva Koundé, tras encarar desde la izquierda y asaltar el área de Vaclík.

La respuesta del Sevilla fue inmediata, con un cabezazo de Reguilón que despejó Oblak sobre la línea, impulsaron al partido hacia un ritmo vertiginoso que detuvo de forma dramática otra revisión eterna de VAR, otra vez de cinco minutos, que resolvió con otro penalti, ahora a favor del Sevilla, por un contacto de Trippier sobre Ocampos exageradamente aumentado por la cámara lenta que transformó el argentino.

Iniciativa de Simeone

Inevitablemente, tras el descanso se calmaron los ánimos y el Sevilla volvió a dominar el territorio, pero Simeone movió rápido el árbol con la entrada de Carrasco por Hermoso y la recolocación de Saúl en el lateral. El equipo respondió con más iniciativa, hasta equilibrar el partido, pero con un disparo desviado como única ocasión de gol hasta que entró Diego Costa.

El primer tiro del de Lagarto salió cerca del palo y, acto seguido, Carrasco disfrutó de la mejor ocasión atlética del segundo periodo, fue el preámbulo de una carga final para la que Simeone prescindió de João Félix, su mejor atacante del día. No llegaron ocasiones y no hubo más goles, solo un empate más satisfactorio para el Sevilla.