El Atlético de Madrid juega esta noche la final de la Europa League con su estrella Antoine Griezmann ante la oportunidad de ganar su primer gran título, en los que podrían ser sus últimos días como rojiblanco. Simeone tiene a todos disponibles para jugar ante el Olympique de Marsella y volver a ganar una final europea tras las dos derrotas ante el Real Madrid en la Champions.

Después de una temporada complicada, sin poder fichar en verano, con el descalabro de la Champions ante el Qarabag de Azerbaiyán y con las dudas sobre el futuro de Griezmann, el Atlético regresa a una final continental en un gran estado de forma. Desde la llegada de Diego Costa, el equipo ha recuperado el nivel en Liga y el dominio de situaciones límite en las eliminatorias; ahora toca volver a ganar finales.

El primer Atleti de Simeone, que arrasaba en los partidos por el título (ante el Athletic en la Europa League del 2012, ante el Chelsea en la Supercopa de Europa o en la Copa del Rey 2013 en casa del Real Madrid), parece haber perdido ese aura con las finales tras las dos derrotas en la máxima competición continental (2014 y 2016). En Lyón tiene la oportunidad de redimirse y de que dos de sus jugadores insignia, Torres y Griezmann, consigan su primer gran título como rojiblancos en las que, pueden ser, las últimas horas de ambos como jugadores colchoneros.

«Con el nivel que tiene lo único que le importa es ganar títulos», dijo el capitán Gabi sobre Griezmann. Poco antes, el propio Griezmann se deshacía en elogios hacia su entrenador: «Lo que está haciendo el Cholo por este club es histórico, creo que a nivel táctico, a nivel defensivo es el mejor del mundo. Estoy encantado con él, le debo mucho».