La Federación Internacional de Tenis (ITF), la ATP, la WTA y la organización de los cuatro torneos del Grand Slam han confirmado la creación de un programa de ayuda para los jugadores afectados por el impacto de la covid-19, basado en un fondo económico de 6 millones de dólares.

A través de un comunicado, las instituciones remarcaron que su unión es "una demostración de apoyo a los jugadores" en un momento en el que afrontan "desafíos sin precedentes". El tenis profesional está suspendido por el momento hasta el 13 de julio, debido al impacto de la pandemia. Privados de las competiciones desde principios de marzo, y sin legibilidad para el resto, los jugadores no han recibido ningún ingreso durante ese tiempo.

Alrededor de 800 jugadores se verán beneficiados de este programa de ayuda, que se repartirá "en partes iguales entre hombres y mujeres". "La elegibilidad para el programa de ayuda tendrá en cuenta la clasificación, así como las ganancias de premios en efectivo anteriores de acuerdo con los criterios acordados por todas las partes interesadas", explicó la ITF. Las cantidades a repartir podrían suponer hasta 7.500 dólares por jugador.

Las siete instituciones subrayaron, además, que la creación de este programa "es una demostración de la capacidad del deporte de unirse en un momento de crisis como el actual". Continuaremos colaborando y valorando el apoyo requerido en todo el tenis con el objetivo de garantizar la salud a largo plazo del deporte en medio de este desafío sin precedentes a nuestra forma de vida. Nuestros pensamientos permanecen con todos los afectados en este momento", concluye el comunicado.

El plan de Djokovic, parado

El fondo de ayuda deja abierta otras participaciones como la ayuda que Novak Djokovic anunció con las aportaciones de los 100 mejores jugadores del mundo para sus compañeros pero que de momento sigue sin concretarse por las discrepancias entre los mismos tenistas. La iniciativa impulsada por el número 1 mundial, presidente del Consejo de Jugadores de la ATP, con el apoyo de Rafael Nadal y Roger Federer se basaba en un sistema gradual, en el cual los mejores jugadores del mundo pondrían una mayor cantidad de dinero, desde 30.000 dólares (del 1 al 5) hasta 5.000 dólares (del 51 al 100 del mundo). Un sistema en el que el austriaco Dominic Thiem (3 mundial) se había mostrado publicamente en contra.

El dinero conseguido, alrededor de 4,5 millones de dólares, se destinaría a los jugadores entre el 250 y el 700 del mundo, sin especificar ni valorar las condiciones económicas de este grupo de jugadores y jugadoras, sin valorar los premios conseguidos a lo largo de su carrera, si tenían becas federactivas o patrocinadores que les ayudaban económicamente.