El jugador francés de balonmano Nikola Karabatic fue condenado este miércoles en apelación a dos meses de cárcel exentos de cumplimiento y una multa de 10.000 euros por su implicación en un caso de apuestas ilegales y amaño de partidos.

Se trata de una pena superior a la dictada en primera instancia, cuando el jugador había sido condenado solo a 10.000 euros de multa.

La sentencia, dictada hoy por el Tribunal de Apelación de Montpellier, se conoce tres días después de que Karabatic liderara a Francia en la conquista de su sexto Mundial de balonmano, en el escenario de Bercy.

Los hechos que se le reprochan a Karabatic datan de 2012, cuando su equipo de entonces, el Montpellier, disputó un partido contra el Cesson, que peleaba por evitar el descenso.

El equipo de Karabatic, que ya tenía garantizado el título, perdió ese encuentro y las autoridades francesas descubrieron más tarde que se habían registrado un importante cantidad de dinero apostado.

Las pesquisas permitieron demostrar que detrás de esas apuestas estaban familiares de algunos jugadores, entre ellos la esposa de Karabatic, que jugó 1.500 euros.

En total, el resultado del partido les permitió ganar 300.000 euros.