Es verdad que el Mundial de MotoGP está interesantísimo. Es verdad que el cambio de normas técnicas, especialmente la implantación de la centralita electrónica común a todas las marcas y el debut incierto de Michelin, ha igualado tanto, tanto, la competitividad de las motos que, por vez primera en muchas décadas, ya ha habido ocho vencedores distintos en 13 carreras: Jorge Lorenzo (Yamaha), Marc Márquez (Honda), Valentino Rossi (Yamaha), Jack Miller (Honda), Andrea Iannone (Ducati), Cal Crutchlow (Honda), Maverick Viñales (Suzuki) y Dani Pedrosa (Honda). Pero no es menos cierto que el líder, Márquez (223 puntos), luce una importante ventaja de 43 sobre Rossi (180) y 61 sobre Lorenzo (162), cuando restan 125 puntos en juego. Como tampoco es menos cierto que Márquez, el líder, es, junto a Lorenzo, el único que ha ganado tres carreras.

PILOTAJE INTELIGENTE

La sensación de que Márquez va controlando el campeonato con mano firme, pese a que en algunos circuitos como, el pasado domingo, en Misano, lo pasara fatal y se conformara con la cuarta plaza, es evidente. Tan evidente como que estamos ante el Márquez más resultadista de los últimos años y, sobre todo, inteligente. “En Misano, enseguida tuve clarísimo que, con el neumático delantero que había escogido, tenía muchas más posibilidades de caerme que de llegar al podio y, por tanto, lo más correcto era conformarse con la cuarta plaza”.

Todos los datos demuestran que pese a su fogosidad (todos en el ‘paddock’ creen que Márquez acabará haciéndose daño pues lleva acumuladas más de diez caídas esta temporada), el ‘nen de Cervera’, de solo 23 años, sabe perfectamente lo que hace, pues no hay que olvidar que, en estos momentos, ya es el séptimo piloto de todos los tiempos con mayor número de victorias (53), teniendo solo por delante suyo a Mick Doohan (54), Jorge Lorenzo (64), Mike Hailwood (76), Ángel Nieto (90), Valentino Rossi (114) y Giacomo Agostini (122).

ROSSI, DE CUATRO EN CUATRO

También es verdad que, desde el GP de Alemania, Márquez solo se ha subido una vez al podio (tercero en Brno) y, en esos últimos cuatro grandes premios, el ‘Doctor’ le ha recortado 16 puntos: 2 en Austria (donde ganó Iannone), 4 en Brno (donde venció Crutchlow), 3 en Inglaterra (donde arrasó Viñales) y 7 en San Marino (donde se coronó Pedrosa). “Son cuatro puntos por gran premio, a este ritmo no llego, no llego, así que o aprieto o espero que a Marc le pase algo”, se lamentó el domingo ‘Vale’, que sufrió un enorme desencanto al no poder ganar ante 100.497 seguidores suyos en el trazado Marco Simoncelli.

“Dije que antes de llegar al triplete debía consolidar mi ventaja y eso es lo que estoy haciendo. Caerme ahora, me complicaría muchísimo las cuentas. Ahora viene Aragón, que es un trazado que me gusta. Sí, es verdad, ‘Vale’ se ha acercado, pero ya habrá tiempo de arriesgar, aún no es el momento de ver al Márquez de 2015, el que corría a todo o nada”. Márquez no lo dice pero hay algo que sí le preocupa: lleva tres carreras sin ser la mejor Honda cuando, hasta entonces, lo había sido casi siempre. En Brno y Silverstone, lo fue Crutchlow y, en Misano, lógicamente, lo fue Pedrosa.

LA RECUPERACIÓN DE PEDROSA

“La recuperación de Dani es un arma de doble filo”, explica el líder. “Por un lado, me permitirá utilizar, ahora que ya está delante, su telemetría para ver cómo mejorar mi moto, pero, por otro, se ha añadido al número de candidatos al podio en cada carrera, lo que complica las cuentas para el título. Antes, cuando solo éramos nosotros cuatro, en un mal día, podíamos acabar cuarto son problemas; ahora, en un mal día, puedes acabar séptimo u octavo”, sentencia Márquez, que recuerda que “cada circuito es nuevo para todos pues, aunque lo conozcamos, aunque hayamos corrido en él, la nueva centralita y las dudas que generan los Michelin te hacen trabajar desde cero en cada trazado”.