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Recuerdo cuando se acercaba la Eurocopa de Francia 2016 que me preguntaron en una tertulia informal cuál era mi favorito para ganarla y qué selección creía que iba a ser la sorpresa. Quienes me conocen saben que mi hobbie es ver partidos internacionales, un poco friki, lo reconozco, pero tan respetable como el que va a pescar o colecciona sellos. Me considero una persona de parabólicas y de fútbol de selecciones... y amante de lo atípico. Contra más raro, mejor.

Pues respondí a mis compañeros: «La Eurocopa la va a ganar España y la sorpresa será Austria. Ya lo veréis».

España cayó en octavos de final y Austria no pasó de la primera fase. Había visto todos los partidos de la fase de clasificación tanto de España como de Austria, y ésta última me maravilló con su fútbol de toque, dinámico y muy ofensivo, y con Arnautovic, Junuzovic y Harnik en plan estelar. Quedó primera de un grupo con Suecia y Rusia, pero en la Eurocopa no pasó el corte en el grupo de los infartos con Portugal, Islandia y Hungría. Mientras que la Roja se durmió ante Croacia en la fase de grupos e Italia la eliminó en octavos.

Y claro, a toro pasado, mi gente se me rió —de buen rollo—. «¡Vaya Maldini que estás hecho. Los gafaste», me decían.

RESPETO A LOS PROFESIONALES / Utilizo el ejemplo para defender que el fútbol no son matemáticas. Sé que no descubro América. Pero hoy que me puedo expresar en esta ventana, más amplia y notoria que las de la página anterior, me gustaría invitar a los lectores a un reflexión y a respetar más a los profesionales. Lo digo en especial por los usuarios de redes sociales, donde parece que todo vale y sin ningún argumento. Reitero que yo vi todos los partidos de Austria. Hablaba con conocimiento de causa, no por hablar. Luego está aquello de que en el fútbol dos más dos no son cuatro.

En el fútbol de hoy en día están todos los departamentos super profesionalizados. Las secretarías técnicas de los clubs trabajan a sol y a sombra y tienen ojeadores divididos por zonas y continentes. Y el Villarreal CF lleva años siendo un ejemplo.

El Submarino es ahora mismo el 6º mejor club de toda España en cuanto a números de Primera División... de toda la historia. No ha caído del cielo para lograrlo. Hay mucho trabajo y horas detrás. Y como humanos que somos: aciertos y errores. ¿Acaso a ustedes no les pasa en su día a día?

Lo digo porque en las últimas semanas los palos por haber fichado a Ruben Semedo han sido desproporcionados. «¡Vaya cagada!», «Un iluminado el que lo fichó, espero que lo hayan echado ya»... y como esas cientos de frases. Pues cuando el Villarreal ficha a Semedo les digo que estaba llamado a ser el heredero del exmadridista Pepe como central titular en la selección de Portugal y venía de hacer una Champions inmaculada con el Sporting de Lisboa. Pero claro, lo fácil es rajar.

Y más de lo mismo ahora con Roger Martínez, al que el club ha visto como una apuesta de futuro y ya internacional absoluto con Colombia. Pero claro: «No aporta nada», «No se va de nadie...»... a lo fácil.

Confieso que con lo que había visto al colombiano, no lo hubiera fichado. Pero tampoco a Bakambu con lo que le vi en Francia y Turquía... Es decir, los jugadores se adaptan, dan el salto a ligas más competitivas y progresan, como el congoleño. ¿Por qué no puede hacerlo Roger con 23 años?

Y más de lo mismo con Enes Ünal. «¡No vale ni para el Levante!», «No le marca ni al arcoiris»... frases de twitteros. En fin.

Solo acierta o falla el que toma decisiones y el que se gasta la pasta. Y ese, solo ese, es el Villarreal. El resto, que se mire un poco más en el espejo y se dedique a apoyar y a opinar desde el respeto. ¡Ah! Mi apuesta para el Mundial de Rusia 2018 es Bélgica. Vayan cargando las escopetas.