Con solo 11 años viven lejos de su familia persiguiendo su sueño de ser futbolistas. No es fácil. Hugo López y Manu Portela han llegado esta temporada a la Cantera Grogueta desde muy lejos. Hugo es murciano y Manu, gallego. Ambos forman parte del alevín A, un equipo que está cuajando una magnífica temporada liderando en estos momentos la clasificación de la Superliga de València.

Hugo y Manu son los canteranos más jóvenes que viven en la Residencia de la Ciudad Deportiva, que da cobijo a casi un centenar de futuros talentos del fútbol. Su día a día es tranquilo. Estudian en el colegio Concepción Arenal de Vila-real y cuando regresan a la Residencia están muy bien cuidados por los tutores, que se preocupan de su alimentación, descanso y lógicamente también de sus estudios. A partir de ahí, son ellos los que disfrutan de verdad en el terreno de juego.

Su adaptación está siendo meteórica, superándose cada día sin cesar. «De momento los estudios nos van bien. El valenciano lo aprendí muy rápido», asegura Manu.

«La verdad es que nos tratan muy bien. Solo hay que adaptarse un poco. Me gustan muchas cosas de estar aquí. Me llevo muy bien con mis compañeros de equipo y también con los de la Residencia», comenta Hugo.

El joven futbolista murciano juega como extremo izquierdo y Manu se desenvuelve en la posición de mediocentro o también escorado en banda. «Nuestro equipo va muy bien, a nueve puntos del Valencia. El otro día le ganamos y espero que sigamos así», destaca Manu.

En la Residencia de la Ciudad Deportiva tienen todas las comodidades, incluso una espectacular sala de juegos con ordenadores, Play Station 4, futbolín y hasta una mesa de ping pong. Curiosamente, este último es el entretenimiento preferido de los dos jóvenes jugadores. «Tenemos mucho pique», bromea Manu.

La distancia no hace en absoluto el olvido. Ambos llaman a sus padres cada noche. «Echo de menos a la familia, pero les llamo por las noches. Creo que ellos lo están pasando un poco más mal que yo porque estoy lejos», recuerda Hugo.

Su elección

«Es un cambio muy grande porque estoy lejos de mi familia, pero es lo que quiero. En vez de estar en el Villarreal podría estar en otro equipo más cerca de mi casa, pero elegí venir aquí», asevera Manu.

Los dos canteranos tienen como ídolos a los futbolistas del Villarreal Santi Cazorla y Pablo Fornals, que se formaron también en la Cantera Grogueta y ahora son auténticos cracks del primer equipo. Ellos les están marcando el camino.