El Villarreal sigue a la espera de que el Ayuntamiento dé luz verde al comienzo de las obras de remodelación de la tribuna del Estadio de la Cerámica, que deberían estar concluidas a finales de agosto para garantizar las butacas a los abonados. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, indicó ayer en Ràdio Vila-real que el consistorio está actuando con «toda la celeridad posible», pero también con la lógica cautela para cumplir «con todas las garantías que marca la ley». El ayuntamiento está negociando con los vecinos de las viviendas situadas frente a la zona de la tribuna los términos de unas obras que supone una molestia más añadida al hecho de que «no tienen ni contenedores de basura ni papeleras por temas de seguridad en materia de terrorismo».

Con la ampliación de la tribuna y el ensanchamiento de la misma, «un tema de seguridad promovido por el ayuntamiento, no por el club», los vecinos verán limitadas también las plazas de aparcamiento en la calle del estadio, un problema al que el presidente del Villarreal, Fernando Roig está dispuesto a buscar una solución. José Benlloch también destacó el beneficio para la ciudad de «mejorar el patrimonio a coste cero», ya que los más de tres millones de euros en los que se ha tasado esta remodelación son asumidos en su totalidad por el Villarreal.