El Villarreal volverá hoy a los entrenamientos con un protagonista indiscutible sobre todos los que componen el grupo con el que Javier Calleja debe empezar a preparar el choque del próximo domingo en Balaídos, con la idea de romper la dinámica negativa de resultados que han llevado al Submarino a no sumar en las tres últimas jornadas de la Liga. Para el míster amarillo tener a Carlos Bacca a su disposición se ha convertido esta semana en una cuestión de estado. Todos los planes ofensivos ante el Celta pasan por que el delantero colombiano dé el OK a su presencia en Vigo. En principio el 9 groguet no debe tener problema para volver a una convocatoria, después de que el pasado fin de semana fuera incluido inicialmente entre los 18 elegidos para hacer frente al Barcelona para caer a última hora por las dudas y riesgos que presentaba la evolución de la elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda que le dejó fuera de combate en Leganés, tan solo una semana antes.

Si la pasada semana era Cédric Bakambu el hombre clave para garantizar un mínimo de poder ofensivo, en esta es su compañero en el ataque amarillo el que debe recibir todos los mimos del Villarreal para liderar el ataque en un encuentro en el que los amarillos se juegan continuar en las plazas europeas, además ante un rival directo como es el Celta, tan solo tres puntos por detrás.

La inoportuna sanción de Bakambu, víctima colateral —junto al segundo de Calleja, Quique Álvarez— de la expulsión de Dani Raba ante el Barça, se une al castigo del canterano por su roja directa y a las ausencias por lesión de los otros dos hombres que podían completar el ataque del Villarreal: Sansone, el tercer delantero específico con el que cuenta la primera plantilla en estos momentos, y Cheryshev, que por sus características puede echar un cable de urgencia en caso de necesidad en la zona más adelantada del Submarino.

DIFERENTES FÓRMULAS / Calleja solucionó el déficit de delanteros en la pasada jornada con un cambio de su sistema habitual. El rombo utilizado desde su entrada al primer equipo varió en un dibujo poblado de centrocampistas —incluido el reconvertido Semedo—, dos de ellos de marcado carácter ofensivo, Roberto Soriano y Raba, para apoyar a Bakambu a la hora de poner en apuros a la defensa del Barcelona.

La variación —Marcelino y Escribá, en las anteriores etapas, también apostaron por la fórmula de reforzar la medular ante los grandes— le sentó bien al Submarino, que tuteó al líder de la Liga en igualdad numérica. La duda es si la fórmula le aseguraría al Villarreal también el éxito ante un Celta con mucha menos elaboración que el Barcelona y con un juego más directo.

SOLUCIONES PARA EL ROMBO / Mantener el rombo que tan buenos resultados estaba dando a Calleja, incluso en partidos como el del Athletic o el Sevilla en los que el Villarreal no pudo saborear victorias por culpa de errores individuales, pasa por seguir experimentando las opciones que le puede dar al técnico no solo el primer equipo, sino también el amplio ramillete de jugadores del filial que ya ha tenido presencia en Liga, Copa y Europa League. Repetir la fórmula de la reconversión de Semedo, ahora con Soriano en la delantera, o las cartas de Darío Poveda o Mario González, también se contemplan en la pizarra de Javier Calleja.