Al trueque o intercambio Samu Castillejo-Carlos Bacca únicamente le falta que ambos futbolistas pasen las preceptivas revisiones médicas para que sus nuevos clubs, el Milan en el caso del malagueño y el Villarreal en el del colombiano, lo hagan oficial.

Rossoneri y amarillos terminaron de cerrar este miércoles la operación a múltiples bandas que se había ido fraguando a lo largo de esta semana, justo cuando Samu, que ya ha dormido en tierras italianas, vio cómo se desvanecía la opción de ser traspasado al Sevilla. Bacca ve premiada su insistencia de volver a vestir de amarillo y Castillejo, por su parte, su intención de cambiar de aires, en una operación en la que todas las partes salen claramente satisfechas.

El malagueño se compromete con el Milan por cinco temporadas. La primera de ellas actuará como cedido por el Villarreal, en un préstamo tasado en 4 millones de euros. A continuación, la entidad lombarda tendrá que hacer frente a la opción de compra obligatoria por 15 millones más (curiosamente, la cláusula de rescisión de Castillejo es de 30). La transacción queda redondeada por el traspaso de los derechos deportivos del atacante cafetero, a quien el Milan había tasado en 15 kilos. La entidad italiana había rechazado una propuesta inicial del Submarino de 8 millones.

UN ATAQUE DEMOLEDOR

Bacca reforzará así una temible delantera, que cuenta con otros dos contrastados refuerzos como Gerard Moreno y Karl Toko Ekambi: si nos atenemos a la producción realizadora de los tres atacantes en la pasada semana (solamente en la competición liguera), el Villarreal se asegura la friolera de 48 goles. De hecho, tanto el barcelonés como el franco-camerunés ya lo han demostrado durante la pretemporada, con 9 de los 11 tantos anotados por los groguets en los ocho amistosos.

INCERTIDUMBRE

En pocos días, el Villarreal ha dado un fuerte impulso a su operación salida (Adrián Marín al Alavés, Alfred N’Diaye al Málaga, Denis Cheryshev al Valencia, Castillejo al Milan). Con todo, a 15 días exactos para el cierre del mercado de verano (31 de agosto), todavía tiene que resolver varios expedientes.

Por un lado, desprenderse de los italianos Roberto Soriano (su marcha al Atalanta se ha enfriado, a tenor de las declaraciones del entrenador del conjunto bergamasco) y Nicola Sansone. Sin olvidarse de otro atacante como el turco Enes Ünal, por cuya cesión de han interesado clubs de LaLiga (Rayo Vallecano o Valladolid), así como equipos de su país. De un feliz desenlace de estas operaciones dependen las nuevas llegadas, a la hora de aligerar la plantilla del Submarino tanto desde el punto de vista numérico como de la masa salarial.

De igual forma, el Villarreal tendrá que resolver el rol de Leo Suárez o Nahuel Leiva, al igual que el de Ramiro Guerra.