A menos de dos semanas para afrontar el inicio oficial de la temporada con la ida de la ronda de play-off de la Champions, el Villarreal recibió ayer una negativa noticia en forma de baja importante. Cédric Bakambu, el máximo goleador amarillo de la pasada campaña (20 goles) y uno de los tres delanteros con los que cuanta actualmente Marcelino, se perderá casi con total seguridad los dos encuentros de la fase previa de la competición continental, así como el estreno en la Liga, el 20 de agosto en Granada.

El jugador estaba ausente de los entrenamientos y de los amistosos desde el pasado 23 de julio. Ese día, en el amistoso ante la Real Sociedad en Zarautz, el franco-congoleño sufrió una contusión en el vasto externo de la pierna derecha, que derivó en un hematoma que ha obligado a Bakambu a pasar por el quirófano (en la Clínica Begoña de Gijón) para someterse a un drenaje en la zona afectada. El periodo de recuperación se estima en unas cuatro semanas, por lo que Marcelino, a falta de algún fichaje --se negocia por Adrián López y por Sansone, que ayer fue titular en la Europa League, con el Oporto y el Sassuolo, respectivamente-- se queda únicamente con dos delanteros para afrontar el arranque oficial.

Uno de ellos es Roberto Soldado; el otro es Pato, que prácticamente acaba de aterrizar en el Submarino y todavía está en proceso de asimilar los movimientos del equipo y de ponerse a punto en el apartado físico. La baja de Bakambu es un contratiempo inesperado para el Villarreal. H