Entre las temporadas ligueras de la pandemia de coronavirus, el mercado de fichajes en el fútbol que cerró este lunes en España y buena parte de Europa ha sido tibio y austero, acorde con los tiempos, pero también desigual. LaLiga ha sido la gran competición europea que más reducción ha tenido en su gasto, con decepción tras decepción casi en cada club que intentó fichar y, al día siguiente del cierre, con más explicaciones filtradas que presentaciones por todo lo alto.

El gasto en fichajes de la Premier League este mercado de verano, aunque se ha cerrado en octubre, ha sido prácticamente el doble que la siguiente competición continental, la Serie A. El músculo financiero que han acumulado los equipos ingleses les ha permitido comprar mucho y barato, ante las mayores carencias del resto, también de LaLiga española, que ha pasado al vagón de los que venden más de lo que compran.

REDUCCIÓN DE GASTO

El modelo de LaLiga, que se había acercado en los últimos años a las cifras de gasto inglesas a base de una economía agresiva y expansionista, ha protagonizado una reducción histórica de sus números. El mercado en España se ha constreñido, se ha encerrado en la inactividad ante el peligro, como una tortuga en su caparazón a la espera de que pase la tormenta. Los clubs de La Liga han transferido poco más de 400 millones de euros, la cuarta liga de Europa, a casi 1.000 millones de distancia de la Premier League.

Entre los grandes de La Liga, el Barça se ha quedado sin el delantero y sin el central que pretendía, el Madrid ni se ha planteado fichar, solo vender, y el Atlético ha cambiado a Thomas por 50 millones y un cedido. Peor están en Valencia, donde no han fichado a nadie después de dejar salir a ocho jugadores vertebrales de su última plantilla.

Solo el Sevilla se ha reforzado acorde a sus expectativas, con 65 millones de inversión, con dos fichajes el último día y sin ninguna venta trascendental, tampoco la de un Koundé por el que el Manchester City ofreció más de 50 millones de euros. El resto han sido decepciones, como la del Athletic con Llorente, o decenas de cesiones para completar de aquella manera las plantillas.

DRAMA EN LA LIGA

La Premier ha gastado 400 millones de euros menos que en la última ventana estival de fichajes, una cifra significativa pero no dramática como los más de 1.000 millones de euros menos que se han invertido este año en La Liga.

Entre las listas de las transacciones más costosas del verano, las primeras diez están copadas por la liga inglesa. Entre ellas, los tres fichajes del Chelsea por algo más de 180 millones (Havertz, Werner y Chilwell), la inversión de más de 110 millones del Manchester City en dos centrales (Ake y Dias) y el gran movimiento del día de cierre: los 50 millones que pagó el Arsenal por Thomas al Atlético.

Además de la trampa de Barça y Juve para equilibrar cuentas con el intercambio de Arthur y Pjanic, entre los más caros se cuelan el fichaje de Oshimen por el Nápoles (70 millones) y el de Sané por el Bayer (45 millones).

Por debajo de una media de algo más de 500 millones de euros de descenso en el movimiento de dinero con fichajes, más o menos compartida entre las grandes ligas europeas, está la Ligue 1 francesa, que ya se sitúa como el tercer mercado europeo por delante de España.