Lo solucionó Bale con dos goles que echaron por tierra el meritorio trabajo del Leganés. Después de bloquear al Madrid durante 38 minutos, el equipo pepinero no pudo controlar las dos apariciones poco antes del descanso del galés, que marcó en los dos primeros remates a puerta del equipo blanco en todo el primer tiempo. Salvó así un obstáculo que amenazaba con agrandarse progresivamente a medida que se agotaba la paciencia de los madridistas, señalados por la pifia del miércoles en Varsovia. Morata, relevo del lesionado Benzema, redondeó el resultado en el segundo tiempo después de no haber hecho nada más para discutir la titularidad al francés.

Con mirada recelosa de Cristiano Ronaldo, que ve cómo su compañero de ataque le roba protagonismo, Bale despejó un escenario que el conjunto de Garitano andaba empeñado en complicar a los blancos con un planteamiento muy atrevido. Presión efectiva arriba, defensa adelantada y estrecha vigilancia sobre los centrocampistas blancos para mantener a raya al cuadro madridista hasta que el galés irrumpió para cambiar radicalmente el guión.

Isco, tan maniatado como Kroos hasta ese momento, vio el desmarque a la espalda de los centrales del galés, que se llevó con fortuna el balón, superó la salida de Serantes y marcó a puerta vacía (m. 38). Un gran desahogo para el Madrid, que volvió a encontrarle justo antes del descanso para que abriera el recorrido hacia el triunfo. Kroos sacó una falta desde la derecha, tocó de cabeza Morata, la pelota quedó suelta a un metro de la línea de gol y Bale se anticipó al portero para meter el segundo (m. 45).

Chasco importante para el Leganés, que, al margen de un penalti de Carvajal reclamado por Szymanowski, había tenido la ocasión de adelantarse cuando el propio delantero argentino y su compañero Insúa se quedaron a centímetros de llegar a un buen pase de espaldas de Gabriel.

El Madrid hasta entonces ni había tirado a puerta. Curiosamente, el primer lanzamiento entre palos de ambos equipos, pasada la media hora, fue cosa de Serantes, que intentó sorprender sin suerte a Navas. Nada más empezar el segundo tiempo, Bale tuvo dos ocasiones en el plazo de un minuto de ampliar su botín goleador, pero Serantes se lo impidió. Sufrió después un sensible bajón el conjunto madridista, hasta que Morata devolvió la tranquilidad al Bernabéu. H