Después de las lesiones de Andrés Fernández en la segunda jornada —se perderá toda la temporada—, y de Sergio Asenjo —tras recibir el alta, Fran Escribá desveló que puede regresar tras el próximo parón de selecciones—, todas las alarmas saltaron en el viaje de vuelta de Vitoria. Mariano Barbosa, el último portero sano del Villarreal, sufrió vómitos y mareos tras sufrir un choque fortuito durante el partido. El traumatismo craneoencefálico le llevó directo desde el avión hasta el hospital Jaime I de Castellón, donde fue sometido a un TAC.

Después de las pruebas a las que fue sometido, el futbolista recibió el alta y se desplazó a su domicilio, pero deberá estar unas 48 horas en observación. En caso de que no haya imprevistos, no debería tener mayor problema para ser de la partida el próximo jueves en la visita del Espanyol al Estadio de la Cerámica (20.00 h).

En caso de que el argentino no se recuperara a tiempo, sería el habitual guardameta del filial, Ander Cantero, el encargado de defender la portería amarilla.