Cambia hoy de piloto el Barça. Luis Enrique pertenece ya al pasado, mientras Ernesto Valverde llega para agitar la coctelera, aunque es Messi, la garantía del éxito continuado en la última década, quien dirige, en realidad, el coche. El astro argentino sigue sin renovar, a pesar de que es el pilar que ha sostenido el club por encima de tres presidentes (Laporta, Rosell y Bartomeu) y cinco entrenadores (Rijkaard, Guardiola, Tito, Tata y el propio Lucho). Tampoco el capitán Iniesta, cuyo contrato expira en el 2018, como el de Messi, ha renovado.

El Barça, según recordó su presidente Josep Maria Bartomeu, tiene un plan de choque para reactivar a un equipo que se ha ido apagando. Empezó como un cohete con Luis Enrique (triplete, cinco títulos de seis posibles), pero en los dos últimos años ha tenido que ver la final y la semifinal de la Champions por la televisión. Y eso, teniendo a Messi arropado por Suárez y Neymar en un ataque de lujo, parece algo irreal. Con la MSN no basta. Ni tan siquiera para dominar en la Liga, donde el Barcelona ha perdido también la hegemonía.

COPA DE TREGUA // Se va Luis Enrique, cansado ya a inicios de su tercer y último año, carente de la energía que desprendía en su arranque, y viene Valverde, el entrenador que ha elegido Robert, el secretario técnico, para dar otro impulso a la plantilla después de que los refuerzos de la pasada campaña no cuajaran, excepto Umtiti, el único que se ha colado en el once inicial de Berlín-2015 junto a Sergi Roberto.

EL EQUIPO DEL ‘TXINGURRI’ // Entre todos los problemas aparecerá Valverde, un técnico tranquilo para un club convulso, y abrirá la puerta de su nuevo despacho, arropado por dos personas de su máxima confianza: Jon Aspiazu, que ejercerá de segundo entrenador, algo que ha venido haciendo con el Txingurri desde el año 2000, y José Antonio Pozanco, el Rubio como se le llamaba en La Masia, su preparador físico.

Luis Enrique ya está de vacaciones, disfrutando de su año sabático, con todo el tiempo del mundo para sentarse en la playa de Gijón o subirse en la bici, mientras el Barça debe dar una buena sacudida a su plantilla porque no basta ya con fichar suplentes. Toca reforzar puestos estratégicos para elevar el nivel de la plantilla y no depender solo de la base de Berlín-2015. Ni el mejor Messi le sirvió al Barça para ganar la Liga. «Necesito parar yo, lo necesitan los jugadores», añadió el exentrenador en su despedida en el Calderón, donde se lesionó Mascherano en la rodilla derecha. Estará seis semanas de baja.

Pero todo el cuerpo técnico que tenía Luis Enrique no descansa. Ayer, el Celta anunció el fichaje de Juan Carlos Unzué, exayudante de Lucho, como su nuevo entrenador hasta el 2019. Y no se va solo a Vigo. Se lleva a Robert Moreno (segundo entrenador), Rafel Pol (preparador físico) y Joaquín Valdés (psicólogo) en ese carrusel de cambios que dejará a Valverde en Barcelona.