El Barcelona dejó anoche encarrilada la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey contra el Espanyol, al que goleó 4-1 en un derbi en el que el equipo de Constantin Galca jugó los últimos quince minutos con nueve futbolistas por las expulsiones de Hernán Pérez y Diop.

El partido fue el del debut en el Barcelona del turco Arda Turan, como titular, y Aleix Vidal, que salió en la segunda parte. Un derbi a la antigua usanza, caliente desde que se puso en marcha hasta que finalizó, con Pau López como estrella por lo que llegó a evitar, pero también por haberse enfrentado cara a cara ante todos sus rivales, en un choque en el que saltaron chispas.

El segundo derbi entre ambos equipos en pocos días no defraudó, sobre todo la primera parte, en la que los dos equipos se entregaron en todas las acciones, continuando la tensión que dejaron aparcada en el choque de Liga en Cornellà el pasado sábado.

El Espanyol se adelantó muy pronto, tras un error de Dani Alves, Marco Asensio le robó el balón, lo condujo casi hasta la frontal del área y su pase certero a Caicedo permitió al ariete regatear a Mascherano y quedarse solo ante Ter Stegen, al que batió (0-1). Era tan solo el minuto 10, pero Messi, tan solo tres después, tras un pase interior de Iniesta, logró igualar el partido (1-1), y con el tanto, la tensión aumentó.

Piques entre los jugadores, tarjetas, juego subterráneo, ocasiones... Pau era el mejor, hasta que Messi estableció el 2-1 en el 44 y nada más regresar de vestuarios Piqué hizo el 3-1 (min. 49). Tras ello, las expulsiones de Hernán y Diop. Y entre tanta tensión, Neymar sentenció en el minuto 88. H