No son solo los jugadores que Ronald Koeman desea que abandonen (Suárez, Arturo Vidal, Rakitic, Umtiti y Junior Firpo, entre otros) sino que los que quieren que se queden (Busquets, Piqué, Jordi Alba y Sergi Roberto) debe ser en otro escenario. Sobre todo por parte de la directiva de Josep Maria Bartomeu, que quiere revisar los contratos de esos cuatro jugadores, renovados todos ellos antes de la pandemia, cuyas magnitudes económicas, sostiente el club, no se pueden soportar ahora tras el Covid-19.

A nivel deportivo, Koeman cuenta con los cuatro, aunque en algunos casos verán modificados sus roles de importancia dentro del equipo. El problema es, como ha revelado Catalunya Ràdio, de carácter económico.

Los cuatro figuran en la escala salarial alta de la plantilla, justo después de Messi, que está por encima de todos, Suárez, a quien Koeman le ha pedido que se busque equipo, o Griezmann. Son medidas muy estratégicas porque afectan a tres de los cuatro capitanes del equipo.

El plan de la junta azulgranaa

Koeman, entretanto, ha aprovechado esta mañana para reunirse con Busquets durante media hora y comunicarle que sigue estando en su hoja de ruta, aunque tendrá una competencia más potente. No solo con la llegada de Pjanic sino también con un mayor protagonismo para De Jong y, como ha recordado el técnico, "en su posición natural".

Esa idea ya fue avanzada por el presidente Josep Maria Bartomeu la pasada semana en su entrevista en Barça TV, aunque no dio ningún nombre. Solo habló del plan económico que ha trazado el club. "Lo que pedimos a los jugadores es adecuación a los ingresos del club", advirtió el dirigente, recordando que por la pandemia ha dejado de ingresar 200 millones de euros esta temporada. Y serán 320 millones en el próximo curso.

Además, las grandes inversiones económicas para reforzar la plantilla no han dado el resultado esperado. "Cualquier inversión lastra el club. Dembélé ha estado mucho tiempo lesionado. Queremos ver su potencial. Coutinho tuvo que irse cedido. Griezmann nos ha aportado muchísimo, por lo que no le incluiría en ese grupo", admitió Bartomeu.

De ahí que el Barça recupere a Coutinho, tras ser campeón de Europa con el Bayern, mantenga su apuesta por Dembélé, teniendo en cuenta que el mercado tampoco podrá permitirle recuperar una parte de la inversión (costó 105 millones en el 2017 más 40 en variables) y Griezmann se verá reforzado por la confianza de Koeman.

"Se irá recuperando conforme se supere la pandemia", ha precisado Bartomeu, quien pondrá ahora a Òscar Grau, el CEO del club, a negociar con los agentes de esos cuatro futbolistas, a los que se pedirá revisar sus fichas.

Piqué. 33 años. Contrato hasta el 2022.

En el mismo césped de Lisboa, y tras recibir el 2-8 del Bayern, compareció Gerard Piqué. Fue el primero en admitir que "se había tocado fondo", unas palabras que, por cierto, no emplearon luego ni Quique Setién, el aún técnico, que luego fue despedido. Ni tampoco el presidente Josep Maria Bartomeu. Dijo Piqué que si era necesario él sería el primero en abandonar el Camp Nou.

Koeman lo quiere en el equipo. Y en el vestuario. Renovó en enero del 2018 hasta el 2022 y el club le colocó la segunda cláusula más alta de la plantilla. Es de 500 millones. La primera pertenece a Messi y es de 700.

Sergio Busquets. 32 años. Contrato hasta el 2023.

Tras unas complejas negociaciones, el Barça comunicaba en septiembre del 2018 que había cerrado la renovación de Busquets por cinco temporadas más. Expira su contrato en el 2023, al que se le dotó de la misma cláusula de rescisión que la de Piqué: 500 millones de euros.

Koeman también cuenta con el centrocampista para su proyecto, aunque en otro escenario bien distinto. Frenkie de Jong asumirá más protagonismo y la llegada de Pjanic, el jugador bosnio que intercambió el Barça con la Juve por Arthur, complica el escenario de Busquets, que ha sido prácticamente titular indiscutible desde que apareció en el 2008 con Guardiola.

Sergi Roberto. 28 años. Contrato hasta el 2022.

Hace dos años y medio veía el centrocampista, que ha ejercido más de lateral derecho, prolongar su contrato hasta el 2022, con una cláusula que le equiparaba a los jugadores trascendentes de la plantilla: 500 millones.

Ahora, Koeman ve a Sergi Roberto mucho más de interior que de defensa porque quiere potenciar la zaga con la llegada de otro lateral derecho.

Jordi Alba. 31 años. Contrato hasta el 2024.

Fueron largas y duras. Largas resultaron las negociaciones para cerrar el acuerdo con el lateral izquierdo. Y duras porque hubo cruce de declaraciones hasta que, finalmente, se llegó al acuerdo en febrero del 2019. Alba renovaba hasta el 2024, con la misma cláusula que Piqué, Busquets y Sergi Roberto: 500 millones.

Al defensa, sin embargo, también le cambiará el panorama esta temporada porque el club, si finalmente se marcha Junior Firpo en este mercado, desea contratar a un lateral zurdo para estimular la competencia.