Daba la sensación que Neymar iba a ser el único crack del Barcelona esta noche (21.00 horas, Canal+ Partidazo) en San Mamés, en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, debido a los problemas físicos de Leo Messi y a la sanción que pesa sobre Luis Suárez. Sin embargo, Luis Enrique podría contar con los tres, porque ayer no descartó al 10 y confía en que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) permita jugar también al charrúa.

Suárez todavía tiene una opción de medirse al Athletic. El TAD se reúne antes de este encuentro y estudiará el caso del futbolista azulgrana. El Barcelona presentó un recurso ante dicho tribunal con el fin de que le rebajen la sanción de dos partidos que le impusieron por llamar “desecho” a un jugador del Espanyol, al acabar el choque de ida copero, en octavos. Suárez siempre ha negado que dijera estas palabras. El Comité de Competición le sancionó con dos partidos y Apelación ratificó la sentencia. Suárez ya cumplió el primero de ellos en la vuelta de dicha eliminatoria y ahora confía en que le quiten el segundo.

Messi, sustituido el domingo al descanso por unas molestias en los isquiotibiales, parecía condenado a descansar. Sin embargo, el preparador asturiano se mostró ayer enigmático sobre el concurso de La Pulga: “Messi está bien y mañana [por hoy] decidiremos si juega. “Ayer [lunes] se le hicieron unas pruebas y se vio que no estaba lesionado”, matizó.

Estén o no, lo cierto es que todos insisten en recalcar en que el partido no se parecerá en nada al de hace tres días, cuando el Barcelona se benefició de la temprana expulsión de Gorka Iraizoz para castigar a los leones (6-0). El Athletic se agarra al misticismo de la Catedral, al 4-0 de la ida de la Supercopa de España (que acabaron birlando al Barça) y al regreso de Aritz Aduriz, ausente en el reciente compromiso liguero. H