El Barcelona consiguió reeditar el título de campeón de la Copa del Rey ante el Real Madrid, en la prórroga por 93-94, en un partido que se volvió completamente loco por momentos y que los dos equipos tuvieron perdido y ganado en varias ocasiones.

El Madrid pareció sentenciar en el tercer cuarto, con un parcial de 25-11 (60-46), pero el Barcelona reaccionó y a falta de cuatro segundos vencía por 75-77.

El efecto Llull entró en acción y mandó al partido a la prórroga, en la que un tapón de Randolph a falta de un segundo tuvo que ser revisado por los árbitros que dieron por válida la canasta azulgrana y, por tanto, la victoria del Barcelona. Llull intentó la mandarina milagrosa desde su campo y, aunque tocó aro, no cuajó. La maldición del organizador seguirá un año más, cuando menos.

Con más acierto del que es habitual en una final comenzaron los dos equipos, pero el Madrid lo que hizo fue traspasar su habitual mala entrada en los partidos unos minutos. Del 7-5 (m.2) pasó a un 7-14, dos minutos y medio después, con 0-9 de parcial.

Fue la primera crisis que tuvo que superar el Real Madrid, que comenzó a tener problemas en la anotación, porque solo Campazzo al principio y Randolph al final estuvieron acertados.

El Barcelona, con una buena defensa, y un Víctor Claver muy centrado y efectivo, además de un Ante Tomic trabajador y eficiente, dominó el primer acto hasta el 16-20.

En el segundo cuarto Sergio Llull comenzó a tener su momento. Dos triples suyos y el ritmo que imprimió al juego fueron fundamentales para que el Madrid recuperara el mando en el marcador, 27-25 (m.14). De aquí hasta el descanso empates, baloncesto control, lucha bajos los aros, con un apartado especial para las refriegas entre Felipe Reyes y Pierre Oriola, llegándose con empate a 35.

El tercer cuarto fue para los blancos, que poco a poco se marchó en el marcador, con Randolph y Causeur como protagonistas en el inicio. En siete minutos el parcial fue de 20-6 (55-41), llegándose al final con un claro 60-46.

La final parecía sentenciada, pero el Barça comenzó el intento de remontada con tres triples de Claver, Oriola y Heurtel, 61-55 (m.32), dejando la ventaja madridista en solo seis puntos. Los azulgrana se lo creyeron y siguieron hasta ponerse por delante (61-63), con un parcial de 1-17.

Se llegó al momento de la verdad con igualdad. Hubo empate y en la prórroga ganó el Barça.