El Barcelona se llevó el clásico ante el Real Madrid (83-63) y los azulgrana cazaron a los blancos al frente de la clasificación, en un encuentro que ganaron por la mayor determinación, regularidad, y control, ante el equipo de Pablo Laso, que llegó tarde al partido, con muchas pérdidas y mal porcentaje en los triples.

Los de Pesic, que recuperaron a Claver, mostraron una solidez importante de cara al momento importante de la temporada. El Barça, con el apoyo de un Palau lleno, saltó a la pista convencido de su superioridad. Mucho más concentrado y activo que los blancos, enseguida cogió el control con un contundente parcial de 22-5 en el primer cuarto.

Con ese dominio abrumador del Barça, el Madrid solo podía ir a mejor. De entrada, Laso cambió por completo al equipo y metió a Thompkins, que dio otro aire al juego interior del Madrid con un Tavares desaparecido. Y Tras el descanso, El Madrid salió con otro aire al partido, y encontró mayor fluidez en ataque, lo que le permitió meterse de lleno en el encuentro (41-34).

Sin embargo, en los dos últimos y decisivos cuartos el Barcelona volvió a ser una máquina perfecta tanto en ataque como en defensa y cerró el duelo de la mano de Nikola Mirotic, que logró vengarse de su exequipo.