Tras una semana de trabajo, el Barça se subió ayer al avión camino de Japón donde inicia otra fase en su preparación veraniega. Una fase llena de actos extradeportivos para difundir la imagen de marca del club, al tiempo que arranca el tercer proyecto Valverde.

Arranca aún incompleto. Ni rastro, por ejemplo, del lateral izquierdo que necesita la plantilla. Arranca con sus dos primeros choques amistosos. El estreno de Griezmann y de Jong, a la espera de que vuelvan Messi, Suárez, Coutinho, Arthur y Arturo Vidal, que participaron en la Copa América, será el martes en Tokio ante el nuevo Chelsea de Lampard.

El segundo amistoso será el sábado en Kobe ante el Vissel de Iniesta, Villa y Samper. Dos tests para empezar a medir la influencia del delantero francés, acompañado por su gran amigo Dembélé, a quien se le ve más feliz que de costumbre, quizá por compartir vestuario con Antoine.

El Barça voló a Tokio con 26 jugadores: 17 del primer equipo, incluido Rafinha, que sigue pendiente de las negociaciones con el Valencia, y nueve del filial, entre los que destaca Abe. A la espera todavía de lo que suceda con Neymar, Valverde continúa esperando el lateral izquierdo que le permita, al menos, tener dos especialistas en cada zona del campo.

La secretaría técnica azulgrana maneja una lista en la que figura, entre otros, el bético Junior Firpo. Aunque el Barcelona no quiere pagar los 30 millones que le reclama el club andaluz.