Javier Tebas, el presidente de LaLiga de Fútbol Profesional, anunció que informaría al Comité de Competición de la celebración de Gerard Piqué en el pasado derbi para que el órgano sancionador considerara si el defensa tuviera que ser castigado. Los gestos del jugador reclamando silencio a la grada del estadio de Cornellà, que no constan en el acta arbitral ni tampoco consta que el Espanyol protestara por ellos, son denunciados de oficio por el máximo responsable de la patronal, en un nuevo gesto de la atención que presta Tebas al club azulgrana. «La denuncia a Piqué no tiene ni pies ni cabeza, no se sostiene desde el punto de vista jurídico», expuso un portavoz del Barça, subrayando el apoyo que prestará el club al futbolista en este nuevo frente. Competición le abrió un expediente la pasada semana por hablar del «Espanyol de Cornellà».

SANCIÓN SIN EFECTO / La posible suspensión de Piqué no tendría ningún efecto real: el jugador culé está convaleciente de la lesión en la rodilla derecha que le causó Gerard Moreno instantes después de que el azulgrana anotara el 1-1 y festejara el tanto llevándose el índice a la boca haciendo callar a la afición blanquiazul. La elongación del ligamento lateral externo de la rodilla derecha, producto de la entrada de Moreno, le impedirá disputar los dos próximos partidos: en Valencia en la semifinal de Copa de mañana y ante el Getafe el domingo en la Liga.

«Si el gesto es sancionable lo decidirá el Comité, pero el reglamento deja posibilidades de que ciertas formas de celebrar goles se puedan considerar una provocación», explicó Tebas. No era la primera vez que reprobaba un festejo. Al dirigente no se le recuerdan críticas a otros clubs. Sí al Barça.

Sucedió en la última Liga. El 22 de octubre del 2016. Tebas recriminó a los azulgranas la celebración del gol de Messi en la victoria en Mestalla en el último minuto (2-3). A la piña del grupo cayeron objetos, entre ellos una botella, e impactaron en Suárez. «Lo más grave es el botellazo, pero algunos jugadores tuvieron una conducta que no nos gusta», explicó dos días después, cuando las imágenes revelaron que Messi, Busquets y Neymar increparon a la grada tras el impacto sufrido por Suárez. Tebas lamentó aquel día que el árbitro Undiano Mallenco no registrara los hechos en el acta. Tampoco lo hizo Gil Manzano el domingo en Cornellà.

Tebas ya confesó en su día sus simpatías por el máximo rival de los azulgranas. No era nada nuevo, solo se trató de una confesión pública. «Soy del Madrid, si no lo dijera sería un hipócrita», confesó al diario As en noviembre del 2015. «Nos gustaría que nos representase alguien [en la LFP] con otros parámetros de comportamiento», explicó un representante del Barça. «La ideología pesa demasiado», abundó el portavoz azulgrana de Tebas, a quien conocen desde el 2005. Cuando, siendo asesor jurídico del Alavés, y vicepresidente de la LFP, denunció la alineación indebida de Messi en un Barça-Zaragoza. Entendía que el club azulgrana había cometido un «fraude de ley» al tramitar la ficha como juvenil del argentino y no como profesional. Messi ya había debutado en la campaña anterior con el primer equipo.