Tal vez en Butarque se vio algo más que una contundente goleada del Barcelona, un equipo que se ha levantado furioso de su estrepitosa caída hace una semana en el Camp Nou con el Alavés. Desde entonces, dos partidos (Celtic y Leganés), dos victorias, 12 goles a favor y solo uno en contra. Fue incluso más allá de otra apabullante exhibición de eficacia del tridente, dejando, de nuevo, otra lección de complicidad. Quizá en Butarque, y con 0-4 en el marcador, se asistió al inicio de un nuevo orden cuando Luis Enrique, con toda la naturalidad del mundo, quitó a Luis Suárez del terreno de juego para dar minutos a Paco Alcácer.

Y el 9, que había participado en los cuatro goles --marcó uno, asistió en dos e inició, con un pase maravilloso, la jugada en la que Neymar provocó el penalti-- se marchó tranquilo hacia el banquillo. Como si fuera lo más normal. Pero nada de normal tiene ese cambio. Una sustitución que es, a la vez, un indicio de los nuevos tiempos, convencido Luis Enrique de que necesita incluir a las tres estrellas en el giro de las rotaciones. Da la sensación de que el tridente ha entendido también ese mensaje si se atiende a la respuesta comprensiva que exhibió el uruguayo tras ver los últimos 35 minutos del cómodo triunfo en Butarque con el chándal, pensando ya en la cita del miércoles contra el Atlético de Madrid.

“El cambio lo entiendo yo y lo entiende cualquiera”, admitió después el delantero. Lo realmente extraordinario de ese cambio viene dado por el momento de la temporada (cuarta jornada) y el minuto (55) en el que se ejecutó.

Basta repasar lo que sucedió, por ejemplo, en la pasada campaña cuando Suárez no abandonó el terreno de juego en ninguno de los 52 partidos que jugó. Empezó y acabó todos, excepto la final de Copa cuando se lesionó y fue sustituido en el minuto 58.

PLENO DE ‘NEY’ // A punto de cumplir su segundo año como culé (debutó el 25 de octubre del 2014 en el Bernabéu), Suárez ha sido el primero del tridente en experimentar la nueva política de Luis Enrique. Messi, también. Pero a su manera. Tanto el argentino como el uruguayo fueron suplentes contra el Alavés, aunque terminaron saliendo en la media hora final para remediar lo irremediable: la primera derrota del curso. Curiosamente, Neymar, recién llegado de Brasil tras besar el oro olímpico, encadena tres partidos consecutivos sin descansar. Titular en los 3. Y 90 minutos.

Ni siquiera que el choque estuviera resuelto en Butarque quita valor a ese cambio de Suárez. En condiciones similares, Luis Enrique habría movido el banquillo, sin tocar al tridente. A Pedro, por ejemplo, lo llegó a usar en su primer año como interior en el tramo final para no sustituir a Messi, Neymar o Suárez. Basta recordar el 0-8 al Córdoba de la temporada 14-15. Con 0-5, el canario entró en el campo por Rakitic. H