El Huesca arrancó un empate al líder y casi seguro campeón de Liga, el Barcelona, un punto que tiene más valor moral que real debido a la situación del equipo aragonés en el fondo de la clasificación de LaLiga Santander.

Con un conjunto barcelonés pensando más en el partido de vuelta de cuartos de final de Champions contra el Manchester United, a pesar de que Valverde reservó a todo su equipo de gala, el Huesca fue capaz de hacerse con un punto que en otras circunstancias hubiera sido de oro, pero que en la actuales sirve de poco porque el conjunto altoaragonés necesita más los puntos que las victorias morales.

El Huesca necesitaba ganar para huir del fondo de la clasificación pero con tres puntos sumados en los tres últimos encuentros, producto de otros tantos empates, el objetivo cada vez se ve más lejos y de forma más difuminada porque además cada vez restan menos jornadas y el margen de error está llegando a su mínima expresión.

El Barcelona se hizo dueño y señor del esférico desde el saque inicial y, con su habitual estilo de toque, buscó mover al sistema de contención local para buscar huecos a la vez que para desgastarlo de cara a la segunda mitad.

El Barça amasó el balón hasta la saciedad en busca de grietas en la defensa altoaragonesa pero esta se mostró sólida por lo que tampoco el conjunto de Valverde creó excesivo peligro. Las más claras, dos ocasiones de Dembélé, que volvía tras su lesión, y Malcom, especialmente la del brasileño que estrelló el balón en la madera. Con el empate, el Huesca se queda a cinco puntos de la salvación a falta de seis jornadas.