Cuatro goles marcados, uno anulado, uno fantasma (¡otro!, de rabona de Luis Suárez) y cinco remates al poste, más un penalti fallado por Messi. El inventario, citada solo una parte de las ocasiones más claras, ilustra el avasallador triunfo del Barça, que se presentará en el Bernabéu con 11 puntos de ventaja sobre el recién proclamado campeón mundial. Contento pudo marcharse el Depor con un resultado que no fue tan abultado como el que mereció. Le salvó Rubén, el mejor de los 28 jugadores que estuvieron sobre el césped. Fue el único que no cometió ni un error.

En la despedida del año, el equipo azulgrana brindó a la hinchada una actuación ilusionante y euforizante como si quisiera insinuar que lo mejor está por llegar. Aunque Paco Alcácer sufrió una lesión muscular y redujo a dos la nómina de delanteros (tiene para tres semanas). Nada preocupante tratándose de Messi y Suárez, que se reconcilió con el gol. No así el argentino, que gastó toda su desgracia ante los gallegos (tres postes --el Barça acumula 19 en 16 jornadas--, un penalti fallado y varios tiros más). Los goles que no marcó Leo en sus infructuosos intentos los firmó Paulinho que tropezó dos veces con sendos rebotes de la madera.

reserva a Busquets // Después de las vacaciones, Valverde ya tendrá al añorado Dembélé y a Umtiti, Deulofeu y Rafinha, los otros lesionados, y podrá gestionar al Barça desde la abundancia, no desde la precariedad como en las últimas semanas, hasta el punto de que ayer tuvo que preservar a Busquets del riesgo de que viera la quinta amarilla (igual que a Jordi Alba en la segunda parte). Aunque no lo indiquen los resultados: 24 partidos consecutivos ha encadenado el Barça sin perder (19 victorias y 5 empates). Solo sucumbió en los dos primeros, ante el Madrid en la Supercopa. Una tacha que puede repararse en el historial de la temporada para descartar a un opositor en la Liga el sábado en el clásico.