Después del empate la semana pasada en Mestalla (1-1), el Barcelona se volvió a dejar dos puntos más, tras empatar en casa a dos tantos contra el Celta, aunque se mantendrá en el liderato, por la ventaja que aún tiene con el segundo, el Valencia, que empezó la jornada a cuatro puntos.

Messi no fue suficiente esta vez para un Barça que jugó un buen partido, pero que delante tuvo a un rival efectivo, ante las pocas ocasiones de que disputó, y que con el 2-2 se dedicó a perder el tiempo deliberadamente.

En el minuto 20, un despiste en el centro del campo de Umtiti, propició que el Celta montase un letal contragolpe impulsado por Iago Aspas, que se encargó de culminarlo tras un rechace de Ter Stegen. El gol del Celta coincidió con la activación de un Messi que reclamó todo el protagonismo. Así, a los dos minutos del primer tanto, una buena jugada colectiva del Barça acabó con un pase en diagonal de Paulinho hacia el interior, que cazó Messi para igualar el encuentro (1-1).

Ya en la segunda mitad, una buena triangulación acabó con el balón por la banda de Alba, quien envió a Suárez para que el uruguayo marcase el segundo.

El Celta, tocado, vio peligrar al minuto otra vez la portería en un cabezazo de Messi al que respondió Blanco. En algunos de los arreones que lanzó el Celta aprovechando la velocidad de Aspas, el atacante ganó por velocidad a Umtiti y sirvió a Maxi, entró en el área y echó el balón atrás a Maxi Gómez, quien vio un espacio en la meta por donde colar el balón y empatar el partido (2-2).

El Barça volvió a recuperar el pulso del partido pero la siguiente acción clara le llegó en una falta, que Messi tocó en largo y raso a Piqué, quien recortó al meta, pero su disparo acabó repelido por el palo. La actitud del Celta, con pérdidas constante de tiempo, que le significaron unas cuantas amarillas, sacó de quicio a un Barça los últimos minutos.