El Barça fue incapaz de superar la telaraña tejida por el Espanyol, en un partido en el que los azulgrana tuvieron las mejores ocasiones y dispusieron de dos remates al palo, pero no pudieron vencer al equipo de Galca.

El Barça se enredó en un partido sin fútbol, una trampa para el preciosismo de los azulgrana que sufrieron frente a un aguerrido Espanyol, que dejó sus intenciones de jugar en el vestuario. Los blanquiazules jugaron más a complicarle la vida al rival que a acercarse a la meta de Bravo.

El Barcelona jugó con poca convicción en el primer tiempo en el que solo hubo dos ocasiones claras de gol: una falta lanzada por Leo Messi a la cruceta de la meta de Pau López (m. 36) y un saque de esquina ejecutado por Marco Asensio y que Piqué sacó bajo palos ante el error de Bravo (m. 26).

Pero todo pareció cambiar desde el primer minuto del segundo tiempo. Salió dispuesto el Barça a variar la inercia del partido y arrinconó a su rival que empezó a achicar agua como pudo. En tres minutos, los de Luis Enrique tuvieron dos ocasiones claras. En la primera Neymar no acertó y en la segunda Messi se encontró con un defensa en su intentó de batir a Pau. Sin embargo, la ocasión más clara fue por medio de Luis Suárez. El uruguayo firmó una jugada magnífica, dribló a Pau y disparó al palo prácticamente a puerta vacía (m. 55), el segundo remate de los azulgrana al palo.

Le dio respiro Galca a su equipo con la entrada de Gerard Moreno por Burgui en el minuto 59. El Espanyol ya no tenía piernas frescas, no llegaba a las coberturas tan fácilmente, pero frenó la acometida azulgrana. Hasta el final, la mejor ocasión fue de Neymar, en un acrobático remate más estético que efectivo (m. 76).

El 0-0 supone para el Barça mantener su racha de invicto en Cornellà y la pérdida del liderato tras la victoria del Atlético ante el Levante, aunque los azulgrana tienen un partido menos. H